viernes, 7 de mayo de 2010

Arte Huichol

Los Indígenas Huicholes desde niños, son instruidos a comunicarse con el Mundo Espiritual a través de símbolos y rituales. Los temas de su arte reflejan su Cultura y tradiciones Chamanicas.

Como en muchas otras Culturas, los indígenas Huicholes le hablan a la fuerza de la vida. Los Huicholes llaman a esta fuerza “Kupuri”. Cuando por una u otra razón una Ceremonia es realizada, normalmente sacrifican algún animal y hay fiesta con baile tradicional. Se dice que “Kupuri” la fuerza de la vida es activada en ese preciso momento, después de una Ceremonia que ha durado toda la noche, enfermos que quizá vinieron desde otros Ranchos son “Trabajados” o curados por los Chamanes. Los poderes de esos doctores son incrementados por esa fuerza y la Ceremonia. Muchas culturas han aprendido a reconocer esta fuerza de vida, es conocida como “Chi” por los Chinos, “Ki” por los Japoneses, “Prana” por los Indus.

Los Indígenas Huicholes son una pequeña Tribu de aproximadamente 15,000 habitantes que habita en la parte central de la República Mexicana, en los estados de Jalisco, Nayarit, Durango y Zacatecas en las montañas de la Sierra Madre Occidental. Se dice que es una de las pocas Tribus Indígenas que ha mantenido sus Tradiciones Precolombinas. Los Indigenas Huicholes son brujos o sanadores, quienes aún ejercen su Medicina Tradicional como lo han hecho por siglos pasada de generación en generación.
No hay datos de participación en guerras, en lugar de guerra los Indígnas Huicholes se entrenan para los poderes de sanación y celebrar la vida a travez de las ceremonias cíclicas en todo el año, por esta razón son famosos por sus fuertes Tradiciones Ceremoniales, bastas en Mitologías e increíble Arte Visionario.

Los Huicholes son principalmente agricultores, su supervivencia se basa en la siembra y cocecha de maíz y calabaza, quienes realizan esta labor en las laderas de profundos barrancos de las montañas que habitan. El maíz representa la vida para la Tribu Huichol.

Los Huicholes dicen que somos creados por los 4 elementos del Mundo Natural: Tierra, Agua, Viento y Fuego, por tal razón todos somos una miniatura del Universo, espejo de los mundos Natural y Espiritual. Los secretos y conocimientos de esos 2 mundos está dentro de nosotros mismos y todo está perfentamente arreglado. El Shamanismo nos enseña a conectarnos para entender y vivir en armonía con los mundos Natural y Espiritual.
Localización
Los huicholes habitan en los municipios de Mezquitic y Bolaños, al norte del estado de Jalisco, así como en La Yesca y el Nayar, en el estado de Nayarit, y hay grupos minoritarios en los estados de Zacatecas y Durango.

Son cinco los centros ceremoniales en donde se instalan los gobiernos tradicionales: San Andrés Cohamiata (Tateikie), Santa Catarina Cuexcomatitián (Tuapurie), San Sebastián Teponahuaxtlán (Wautia) y Tuxpan de Bolaños (Tutsipa) en el estado de Jalisco, y Guadalupe Ocotán (Xatsitsarie) en Nayarit.

La población huichola se asienta de manera dispersa en el territorio. Mientras que en Jalisco los huicholes han logrado impedir el asentamiento de mestizos al interior de sus comunidades, en Nayarit es frecuente la convivencia en el mismo territorio con coras o con mestizos.

Infraestructura
Las condiciones orográficas de la región han limitado la construcción de caminos en esa zona. Esto ha originado problemas en la comercialización de productos locales, al encarecer las mercancías del exterior y abaratar la producción local. El difícil acceso por tierra ha generado la construcción de pistas de aterrizaje en distintas comunidades.

La Secretaría de Salud y Bienestar Social del estado de Jalisco instaló los servicios de radiotelefonía y radio. San Andrés Cohamiata, Tuxpan de Bolaños y Guadalupe Ocotán cuentan con plantas eléctricas alimentadas con gasolina. Su uso es, principalmente, para el alumbrado público.

El agua potable se extrae de los pozos; la leña sigue siendo el principal combustible.

En 12 comunidades de la región existen albergues escolares (nivel primaria) que están a cargo del Instituto Nacional Indigenista (INI) y de la Secretaría de Educación Pública (SEP). En las comunidades de Guadalupe Ocotán y Santa Clara hay escuelas de las misiones franciscanas y, en algunas rancherías, la educación es impartida por las escuelas unitarias de la SEP, en donde un solo maestro imparte los primeros tres años. En Tuxpan de Bolaños hay telesecundaria y en Mezquitic, Jalisco, una preparatoria. Sin embargo, el nivel de escolaridad en la sierra es muy bajo.
Las difíciles condiciones de vida en la sierra explican la escasa presencia de personal médico en las clínicas de salud.
Antecedentes históricos
El origen de los huicholes es incierto, aunque se han elaborado algunas hipótesis basadas en datos lingüísticos, mitológicos y arqueológicos. Es probable que los huicholes desciendan de distintos grupos que, en algún tiempo, se fueron asentando en la sierra.

Algunos de estos grupos fueron, posiblemente, tribus que pertenecieron a la familia yuto-azteca y que huyeron del poderío de algún imperio mesoamericano, en cuyo territorio se encontraron con otros grupos ya establecidos allí.

Al parecer, los ancestros de los huicholes mantuvieron una vida independiente de los grandes imperios. Los mitos hablan de cómo los antepasados huicholes eran atacados por águilas y jaguares en sus peregrinaciones a la tierra del peyote.

Es probable que entre los ascendientes de los huicholes hubiera algunas tribus teochichimecas (indios del norte). En el Códice Florentino de fray Bernardino de Sahagún se describe un ritual de los teochichimecas parecido al que realizan los huicholes con el peyote.

También es probable que algunos grupos de las tierras bajas de la costa se hayan mezclado con los antepasados huicholes en distintas épocas. La tradición oral narra cómo los dioses salieron del mar y fueron peregrinando hacia el oriente de la sierra.

En el periodo de la Conquista, las tropas de los españoles que incursionaron en la zona estuvieron comandadas por Nuño de Guzmán, quien atravesó el estado de Nayarit en su recorrido hacia el noroeste, dejando a su paso una estela de destrucción. Muchos sobrevivientes huyeron a la sierra. Ésta, por su difícil acceso, no fue conquistada. Se poblaron sus alrededores durante la última década del siglo XVI y principios del XVII. Los pueblos de Colotlán, Mezquitic, Huajimic, Huejuquilla y Tenzompa fueron fundados por los españoles como fronteras para delimitar el territorio conquistado.

El periodo Independiente fue escenario de despojo de tierras debido a las leyes de desamortización. La rebelión de Manuel Lozada, el "Tigre de Álica", recibió un gran apoyo de algunos huicholes.
En 1887 el gobierno porfirista intentó nuevamente deslindar las tierras, lo que provocó enfrentamientos entre las propias comunidades.

La Revolución trajo un periodo de violencia a la sierra, que fue escenario de paso de distintos grupos armados. Aunque los huicholes no se aliaron a ningún bando en particular, la situación se tornó caótica.

La guerra cristera significó otro periodo de violencia en la zona.

Actualmente, los huicholes siguen defendiendo sus tierras de los abusos e invasiones de mestizos, quienes ejercen una constante presión para apoderarse de los recursos de su territorio.
Lengua
Los huicholes distinguen dos tipos de enfermedades: las originarias de la sierra y las traídas por los españoles. Las primeras son aquellas que forman parte de su cosmovisión y que requieren de la medicina tradicional para su curación; en cambio, las segundas deben ser tratadas con la medicina científica.

Para los huicholes, la enfermedad puede tener como causa la falta de responsabilidad hacia los dioses, el maleficio o el extravío del alma. En el primer caso, se deben dar ofrendas y cumplir con los requisitos exigidos por los dioses a través del mara'akame o shamán; cuando la enfermedad es originada por un maleficio, el mara'akame es quien "limpia" al enfermo con plumas, rociando humo de tabaco sobre su cuerpo y succionando con la boca el objeto extraño causante del mal.

Cuando el kupúri, parte del alma del individuo que se localiza en la parte superior de la cabeza, se extravía dejando a la persona en un estado grave, la función del mara'akame es buscar el kupúri para colocarlo en el lugar que le corresponde; en caso de que el kupúri sea robado por algún brujo, el mara'akame debe enfrentarse con él para recuperarlo.

Las enfermedades más comunes en la población son: infecciones gastrointestinales, respiratorias y de la piel; parasitosis, tuberculosis, problemas dentales, partos de alto riesgo y cáncer de matriz y mama. La desnutrición afecta a la mayoría de la población.
Vivienda
Gran parte de las casas están construidas con adobe, otras con piedras recubiertas de lodo y techos de paja. Hay viviendas de una sola habitación, la cual sirve de dormitorio y de cocina a la vez. En algunos lugares las casas tienen varias habitaciones.
En tiempo de calor, los huicholes tienden a dormir al aire libre o en las construcciones donde almacenan el grano. Junto a la vivienda se levantan pequeñas construcciones llamadas ririki, "casas de Dios", que son pequeños templos de adobe dedicados a deidades y ancestros. Las viviendas se encuentran agrupadas en ranchos, que pueden ser habitados por una familia nuclear o extensa. Es frecuente que las jóvenes parejas vayan a vivir con la familia del hombre, aunque no se trata de una norma general.

Artesanías
Las formas de expresión artística de los huicholes reflejan sus sentimientos religiosos y son plasmadas en una gran variedad de objetos rituales-tradicionales, en los diseños de la ropa y en la construcción de templos e instrumentos musicales.

Otro tipo de expresión artística son los cuadros de estambre, que se elaboran sobre tablas de madera con cera, o las piezas que se trabajan formando figuras con chaquira sobre bules, violines, tortugas, etcétera. Estos trabajos artesanales se pueden clasificar en dos tipos: los que se elaboran con fines comerciales y los que reflejan vivencias religiosas.
Territorio, ecología y reproducción social
El territorio huichol ha sido clasificado en tres zonas macroecológicas. La primera es la franja costera que se extiende desde el norte de la laguna de aguas bravas hasta la zona de Varas, donde los huicholes van a trabajar como peones; la segunda comprende los valles y cerros cercanos a la región de Ruiz y Acaponeta, en Nayarit, y la tercera región corresponde al río Chapalagana, considerada como la más importante, pues en ella se concentra la mayoría de la población. La mayor parte de esta zona se localiza en el estado de Jalisco y en el este de Nayarit, abarcando las localidades de San Andrés Cohamiata, Guadalupe Ocotán, Santa Catarina Cuexcomatitlán, San Sebastián Teponahuaxtlán y Tuxpan de Bolaños.

Debido a la accidentada topografía, la región posee una amplia variedad de climas.
Las superficies cultivables son escasas debido a la inclinación del terreno. Las áreas boscosas de la región son, en su mayoría, explotadas por compañías del estado de Jalisco. La explotación forestal ha dado beneficios mínimos a la población local y ha incrementado la erosión de los suelos.

Las actividades productivas son básicamente para el autoconsumo: agricultura, pesca y caza. Los cultivos principales son el maíz, la calabaza, el amaranto, el frijol y el chile. Para labrar la tierra se sigue utilizando el sistema de estacas y cuando el terreno lo permite se trabaja con yunta de bueyes. Todas las tierras de labor son comunales.
Entre los huicholes hay una importante migración temporal: su vida religiosa, política y económica está organizada de tal modo que pueden trasladarse de un lugar a otro y regresar tiempo después. Hay asentamientos huicholes en Tepic, Calvillo, Fresnillo y Guadalajara, aunque no se puede precisar si son asentamientos permanentes o estacionales.

Organización social
El actual sistema de autoridades tradicionales de los huicholes es una mezcla de la organización prehispánica del grupo y de la impuesta por los misioneros.

Dentro de estas autoridades se encuentran los kawiteros (ancianos), quienes han cumplido con las obligaciones civiles y religiosas de la localidad, además de ser conocedores de la tradición del grupo, por lo que son las personas más respetadas de la comunidad.

Al kawitero le corresponde elegir a los funcionarios del gobierno tradicional, el cual se renueva cada año en una ceremonia de cambio de varas o bastones de mando que se realiza en enero.

Los gobiernos tradicionales se encuentran en San Andrés Cohamiata, San Sebastián Teponahuaxtlán, Tuxpan de Bolaños, Guadalupe Ocotán y Santa Catarina Cuexcomatitlán; aunque no en todas ellas se manifiesten con la misma fuerza las instituciones tradicionales.

El sistema de cargos está integrado por una serie de funcionarios encabezados por el tatoani o gobernador, cuya función principal es de carácter judicial, además de cumplir también un papel primordial en la toma de todo tipo de decisiones. Otros funcionarios son el juez o alcalde, los comisarios y los topiles, quienes cumplen funciones de mensajeros y policías y son dirigidos por un capitán. Existe, además, otra serie de cargos religiosos asignados a cada templo o tukipa.

En relación con la familia, los hijos se reconocen como descendientes de ambos progenitores, aunque destaca el lado paterno.

Cosmogonía y religión
Los huicholes tienen su propia concepción sobre su origen e historia, en donde la memoria colectiva se refiere a aquellos hechos que tienen una significación cósmica. Para ellos, la historia "cósmica o verdadera" se encuentra plasmada en los mitos, en el arte y en todas las manifestaciones simbólicas del pueblo.

Los mitos son el modelo de todas las acciones que tienen sentido en la sociedad; es por eso que el hulchol siembra, caza y participa en las mismas ceremonias de sus antepasados. Para él, el mundo tiene una dimensión sagrada que es considerada de gran poder y cuya manipulación está a cargo de especialistas como los mara'akate (plural de mara'akame), quienes por medio del sueño penetran en el mundo de los dioses estableciendo un nexo entre lo sagrado y lo profano.

Una de las características principales de su religión es la asociación que se da entre el maíz, el venado y el peyote. Su mitología en general hace referencia a estos elementos, por lo que los rituales, las fiestas, la organización material y temporal de la vida gira muchas veces alrededor de ellos. El maíz y el venado representan el sustento vital, en tanto que el peyote es el medio más importante para trascender el mundo profano y la manifestación material más obvia de lo sagrado. Los dioses son considerados como antepasados, en tanto que los parientes muertos pueden llegar a ser semidivinizados. De esta manera, la muerte establece un lazo más con lo sagrado.

Fiestas
Las ceremonias más importantes de los huicholes están estrechamente relacionadas con el ciclo agrícola (maíz o peyote), con la vida política o con el ciclo cristiano. Una de ellas es la fiesta del maíz tostado, que es paralela al desmonte y quema de los terrenos. En este ritual se manifiesta la unión de los tres elementos centrales de su religión: el maíz, el venado y el peyote.

Otras fiestas que se llevan a cabo en la región son las que preceden a las lluvias, que están dedicadas a las diosas de la tierra, del maíz y del crecimiento. El mara'akame canta durante varias horas los mitos correspondientes.
Las fiestas de las primeras mazorcas tienen una gran importancia para la permanencia cultural de los huicholes, pues en ellas el mara'akame relata un viaje a la tierra de Wirikuta; de esta forma los niños, presentes en el ritual, interiorizan la geografía religiosa del grupo.

Durante la temporada de sequía se realiza la peregrinación a Wirikuta, la tierra del peyote, considerada como un lugar sagrado donde moran los dioses. El objetivo de la peregrinación es doble: recolectar peyote para las ceremonias y hallar a los dioses para "encontrar la vida".

Las otras fiestas que celebran son las ceremonias sincréticas (ciclo cristiano) y las que están relacionadas con la organización política, principalmente con el cambio de varas.

Relaciones con otros pueblos
Podemos encontrar en el matrimonio un indicador de la forma en que los huicholes jerarquizan sus relaciones con otros pueblos indígenas.

Se espera que un huichol se case con un miembro del grupo o, por lo menos, que la pareja sea indígena. El matrimonio con mestizos es mal visto.

Hay relaciones cercanas con los coras, ya que con ellos tienen interacciones rituales importantes. Los huicholes abastecen de peyote a este grupo. En algunos casos, las relaciones con los tepehuanes han sido delicadas, pues se han suscitado conflictos en ciertas regiones por el uso de recursos o del territorio.
Las relaciones con los mestizos tienen distintas facetas; durante sus viajes al exterior, el huichol estrecha sus relaciones al entablar amistad y compadrazgo con ellos. Sin embargo, a nivel grupal, los huicholes desconfían de los mestizos por los abusos y despojos que éstos han cometido.

Características de la cultura huichola

Huicholes
Localización
Habitan en lugares de la sierra Madre Occidental al norte del estado de Jalisco, de Nayarit y en grupos minoritarios en los estados de Zacatecas y Durango

El grupo huichol es uno de los que en México han conservado mejor sus características culturales y tradiciones por el aislamiento en el que han vivido, refugiados durante la conquista en las mesetas y gargantas de la Sierra Occidental.
Número de habitantes
22, 000 habitantes
Lengua
La lengua huichola está emparentada con el náhuatl, así como con el pima, el yaqui, el cora y el tepehuano.
Tipo de vestimenta
La vestimenta tradicional varía de una región a otra y se caracteriza por su llamativa y elaborada confección, especialmente del traje masculino. Todos los diseños tienen una significación religiosa importante.

La indumentaria de las mujeres consiste en una blusa corta en un solo color, naguas interiores y exteriores, con un manto floreado para cubrir la cabeza y collares de chaquira. Los hombres usan pantalones de manta blanca y camisas del mismo material que tienen abierta la parte inferior de las mangas; dichas prendas están bordadas con elaborados diseños simétricos de colores.

Los huicholes usan sombreros de palma con adornos de chaquira o bolas de estambre, una capa cuadrangular doblada a la mitad que se coloca sobre los hombros y, eventualmente, aretes y pulseras de chaquira. Para amarrar los faldones de la camisa a la cintura se usan cintas de lana. Cada hombre lleva consigo varios morrales pequeños; calzan huaraches o zapatos deportivos. Los niños más grandes visten como sus padres, mientras los más pequeños andan semidesnudos.

Los huicholes constituyen un grupo orgulloso por su gran riqueza cultural, son de carácter alegre, comunicativo y hospitalario, y es frecuente verlos portando su vistosa indumentaria tradicional hecha de manta con bordados de colores vivos. Los hombres llevan terciadas bolsas de lana con bellos bordados y, según su número, es la posición social y económica de quien las porta.
Características físicas (clima, hidrografía, relieve, flora y
Fauna)

En las partes altas de la sierra los suelos son generalmente muy delgados y están cubiertos de bosques de coníferas, estos terrenos son abiertos para el cultivo y la materia orgánica se pierde en poco tiempo dejando los suelos en condiciones de baja fertilidad.

Se encuentran una gran cantidad de arroyos, montañas que sobrepasan los 2, 500 metros de altitud con sólo estrechas mesetas en sus cumbres y profundos cañones por donde escurren las aguas de sus ríos.

Hace frío en las partes altas de la sierra, en las partes más bajas el clima es extremoso, hace mucho calor o mucho frío.

La flora está constituida por pinares acompañados por encinos, manzanilla, árbol del hule, varias especies de leguminosas del género acacia, y algunas variedades de plantas desérticas como el nopal, el cactus de bola y la yuca.

Con relación a la fauna encontramos serpientes, insectos, el coyote, el zorro, el zorrillo, la ardilla, el ratón, el topo, el águila, el zopilote y cuentan con una incipiente ganadería.
Servicios públicos (luz, agua, escuelas, hospitales, etcétera)
Las condiciones orográficas de la región han limitado la construcción de caminos en esa zona. El difícil acceso por tierra ha generado la construcción de pistas de aterrizaje en distintas comunidades. Tiene servicios de radiotelefonía y radios en algunas comunidades y en algunas otras plantas eléctricas alimentadas con gasolina.

El agua potable se extrae de los pozos, la leña es el principal combustible.
En algunas comunidades existen albergues escolares de primaria y sólo en alguna del estado de Jalisco se llega hasta la preparatoria. Existen algunas clínicas de salud con escaso personal médico.
Características económicas
(productos)

La principal actividad económica es la agricultura y la explotación forestal, pero ésta última se encuentra sobre explotada por compañías del estado de Jalisco, con beneficios mínimos para la población indígena.

Los cultivos básicos son el maíz, la calabaza, el amaranto, el frijol y el chile. Se presenta una importante migración temporal.
Conocimientos empíricos (herbolaria)
Conocen las propiedades de algunas plantas y las utilizan para curar o para sus fiestas religiosas como el peyote que es alucinógeno. El peyote es una fuente de energía y conexión con lo sobrenatural, se come también cuando los chamanes van a diagnosticar enfermedades, o a "curar" algún mal.
Mitos y/o leyendas

El huichol siembra, caza y participa en las mismas ceremonias que sus antepasados. Para él, el mundo tiene una dimensión sagrada que es considerada de gran poder y cuya manipulación está a cargo de especialistas como los mara´akame, quienes por medio del sueño penetran en el mundo de los dioses estableciendo un nexo entre lo sagrado y lo profano.

TRADICION,CULTURA,IDIOMA,DE LOS HUICHOLES

Los indígenas Wixarikas (pronunciacion Vuirraricas), conocidos en la actualidad vulgarmente como huicholes habitan el Oeste central de México en la Sierra Madre Occidental principalmente en los Estados de Jalisco y Nayarit. Se autodenominan wixarica o 'la gente' en su lengua llamada por los lingüistas Wixaritari o vaniuki (conocido como lengua huichola), que pertenece a la familia de lenguas uto-aztecas. El etnónimo huichol fue dado por los mexicas de forma despectiva a los Wixarrikas desde antes de la Conquista Española.

Los Wixaritaris hablan una lengua del grupo cora-chol que está cercanamente emparentado con el grupo nahua o aztecoide. Además han recibido influencias mesoamericanas, lo cual se refleja en que el huichol tiene rasgos típicos del área lingüística mesoamericana.

La región wixárika se asienta en el espinazo de la sierra Madre Occidental, en el estado de Jalisco. Dividida en cinco grandes comunidades, cada una de las cuales es autónoma; tiene sus propias autoridades civiles y religiosas. La autoridad civil es encabezada por un gobernador llamado totohuani y es renovada anualmente. Los maraakates o maraakames -cantadores o sacerdotes-, son los que conservan y mantienen vivas las tradiciones.

Los Wixaritari son notorios por lo vistoso de su indumentaria. La Kamirra (< kamixa < camisa) o kutuni, es decir 'camisa larga', abierta de los costados y sujeta a la cintura con el juayame 'faja ancha y gruesa' hecha de lana o de estambre. Encima de la faja van varios morralitos bordados que llaman kuihuame o huaikuri, unidos con un cordón. En ellos no se guarda nada, sirven únicamente para completar el adorno. Cruzado al hombro lleva uno o varios kuchuri o morrales tejidos o bordados. Sobre la espalda, la tubarra especie de pañolón bordado, se anuda al cuello y tiene en la orilla una franja de franela roja. Un sombrero que ellos llaman rupurero (< xupurexu < *šubureru < sombrero), hecho de palma y adornado en formas diversas según el uso: con chaquira, plumas, estambre, flores, espinas o pedazos de corteza. El hombre es siempre el que usa la ropa más adornada.

La esposa pone todo su cuidado para que las prendas luzcan muy bien bordadas. En contraste con la indumentaria masculina, el traje de la mujer huichola es sencillo: Consta de una blusa corta hasta la cintura, a la que llaman kutuni. La falda de pretina llamada ihui, lleva en el borde inferior una amplia franja de bordados lo mismo que la blusa. Se cubre la cabeza con el ricuri, formado por dos cuadros de manta blanca también bordados bellamente.
Los diseños decorativos tradicionales de la ropa huichola son de una enorme variedad y conservan desde tiempos antiguos un significado mágico que describió el antropólogo noruego Carl Lumholtz, El México Desconocido en 1896.

Para sus fiestas los huicholes acostumbran pintarse la cara con dibujos simbólicos y en las ceremonias rituales los maraakates utilizan los muwieris 'palillos adornados con plumas'

Su religión consiste en cuatro principales deidades: Maíz, Águilas, Ciervos y Peyote, todos son descendientes del Sol, "Tau". Sus actos religiosos se llevan a cabo en un monte llamado Wirikuta o 'Quemado', en el estado de San Luis Potosí (México). Este monte se encuentra dividido en dos, un lado para las mujeres y otro para los hombres. En sus actos religiosos suele hacerse uso del peyote, he aquí un extracto de lo que para ellos significa el uso de este cactus:

"Hay quienes tenemos alguna enfermedad física, del alma o del corazón o simplemente no hemos podido encontrar nuestra vida. En este desierto viviente y mágico, confín del mundo, el Venado Azul se nos revelará para encontrar nuestra vida, él nos enseñará, él será nuestra medicina. Una maximización del espíritu nos conducirá hasta el punto de la transformación temporal en transición a la exaltación espiritual, para encontrar las fuerzas del equilibrio. Esa capacidad inefable para aventurarnos sin temor en el angosto puente a través del gran abismo que separa el mundo ordinario del mundo del más allá. Para lograr éstas fuerzas del equilibrio debemos vencer nuestros miedos, quitar los malos pensamientos de nuestros corazones y unirlos. Los peregrinos debemos de estar limpios de todo mal de sentimiento, debemos de regresar al periodo de la vida en que éramos inocentes, antes de que fuéramos adultos, mundanos, ya que a ésta tierra madre venimos a nacer. El pasar de este mundo al más allá podremos hacerlo, porque al recibir el Venado Azul, dejaremos de ser ordinarios, seremos transformados. Pero hay que recordar que es solamente temporal porque somos solamente hombres y mujeres y no dioses"
Cabe mencionar que la religión va implícita a través de la vida del wixárika, forma parte de su identidad y está presente a lo largo de su accionar, costumbres y en la cotidianeidad tanto individualente como en lo comunitario. La religión viene a ser un compromiso fundamental en su existencia, es parte de su cultura y sus distintas formas de expresión

miércoles, 5 de mayo de 2010

Fiesta tradicional de Naxiwiyari

Wirrarika: 1 Los viajes del Cantador (Marakame Yeiya-reiya)

PUEBLOS INDÍGENAS DE MÉXICO Y AGUA: HUICHOLES (WIXARIKA)

INFORMACIÓN PRINCIPAL
Los wixaritari (singular: wixarika) o huicholes son uno de los cuatro grupos indígenas que habitan en la región conocida como el Gran Nayar, en la porción meridional de la Sierra Madre Occidental,
México. Ubicado a ambos lados del cañón del río Chapalagana, su territorio tradicional abarca porciones de cuatro estados: Jalisco, Nayarit, Durango y Zacatecas.
En el último censo se reportaron 30,304 hablantes del huichol mayores de cinco años,
principalmente en los municipios de Mezquitic y Bolaños, Jalisco; El Nayar, Tepic y La Yesca,
Nayarit; y Mezquital, Durango. El número total de huicholes se estima en 43,500.
DESCRIPCIÓN DE LA CULTURA DEL AGUA:
COSMOVISIÓN:
-Consideraciones generales sobre cosmovisión y territorialidad:
1. Una cosmovisión se reproduce en la confluencia de dos campos cognitivos. Mientras que los conocimientos prácticos y empíricos se aprenden en situaciones de la vida cotidiana, los aspectos netamente mitológicos se reproducen, principalmente, en las fiestas y rituales.
2. Las cosmovisión wixarika no separa tajantemente entre los ámbitos de la naturaleza, de la sociedad y de lo sobrenatural o sagrado.
3. El cosmos huichol puede considerarse etnocéntrico. Todo el mundo es una "gran casa", una
comunidad (kiekari). Las fuerzas o elementos de la naturaleza son considerados deidades, al tiempo que antepasados y parientes de los huicholes. El centro del mundo se ubica dentro del
territorio huichol.
2
4. Lo que la cultura huichol considera su universo, va mas allá de los limites territoriales de la sierra, donde los huicholes habitan, involucrando otras regiones naturales colindantes, como son: la zona lacustre del lago de Chapala al sur, la zona serrana de Durango al norte, la planicie
desértica al este y el océano pacifico al oeste. En estos territorios de encuentran una serie santuarios, compuestos cada uno por una multitud de lugares considerados sagrados, que son visitados periódicamente a través del peregrinaje ritual.
Mitos, leyendas u otros relatos:
-El tiempo mítico y la importancia del mar en la mitología cosmogónica
En la mitología cosmogónica de los huicholes se encuentra la concepción de que, en los orígenes del tiempo, todas las cosas que existían, ya sea plantas, animales y seres humanos, formaban una unidad indiferenciada, --podríamos decir una misma sociedad--, en la cual éstos convivían entre sí,
sin problemas de comunicación alguna, ya que todos se hablaban y se entendían, compartiendo
un mismo lenguaje.
Esta época mítica es el tiempo en donde todo se originó. Desde el punto de vista del estudio de la cultura del agua, lo más intersante es que las descripciones de este mundo mítico siempre aluden a un entorno acuático, acuoso y moldeable. Se trata de una etapa previa a que la tierra comenzara
a secarse y por ende se solidificara. El fin de la época mítica esta marcado con el nacimiento o primera salida del sol, suceso a partir del cual, las cosas y las criaturas se solidificaron y tomaron
la forma que actualmente tienen.
En resumen: el tiempo mítico u originario, se encuentra íntimamente ligado con el agua.1 El mar es el lugar de origen, el lugar de de donde salieron los ancestros de este grupo.
Concretamente, es el Océano Pacifico y las costas de lo que conocemos actualmente como el estado de Nayarit que se consideran el escenario de los primeros eventos cosmogónicos.
1 Por otra parte, el tiempo mítico u originario no necesariamente corresponde a un pasado remoto u origen perdido.
Aunque los huicholes consideran que viven en una época posterior al caos original, el tiempo del mito no es una cosa
del pasado; sobre todo durante el contexto de los procesos rituales, la comunidad vuelve a sus orígenes, lo que significa, que los eventos narrados en los mitos cosmogónicos vuelven a suceder, de tal manera que se recrean y se
viven.
3
-La primera peregrinación al desierto de Wirikuta
En el corpus mitológico huichol explica el origen de una existencia estructurada. El mar, el caos y el desorden aparentemente, son preexistentes. No se explica el origen del mar. El tema de los
mitos, es el origen de la dualidad, de la reciprocidad, de la jerarquía, de la muerte, de las categorías y de los cinco puntos cardinales.
Existen múltiples variantes de los mitos huicholes de origen pero los informantes generalmente coinciden en una serie de detalles importantes en cuanto a la salida de los ancestros del mar
originario y su peregrinación al desierto. Cuando los antepasados salieron del mar, el mundo aún era oscuro, no existía la luz del día, que el sol nos proporciona, y solamente con la luz de la luna y
las estrellas se iluminaba la vida de las antiguas personas, bajo una noche eterna. Como "no se podía ver bien", los dioses formaron el primer grupo de jicareros (xukuri’+kate) e iniciaron un largo
viaje en búsqueda del Cerro del Amanecer (Paritek+a), el lugar por donde saldría el sol. La peregrinación de los antepasados culmina en la sierra de Catorce, en el desierto de San Luís
Potosí, con el episodio del nacimiento del sol.
En el transcurso de esta primera peregrinación, algunos de sus participantes comenzaron a rezagarse, a quedarse atrás, para finalmente estacionarse, convirtiéndose en toda clase de rasgos
de la naturaleza, como piedras, cerros, peñas, manantiales, lagos, etc., o en diferentes especies animales, así como en diversos grupos étnicos no-huicholes, como los mestizos, los coras y los
tepehuanes. Únicamente los que alcanzaron a llegar a su destino consolidaron al grupo étnico huichol, social y culturalmente.
En tiempos míticos, a través de sus sacrificios y autosacrificios, los antepasados de los huicholes pudieron lograr la calidad de hombres-dioses o iniciados. A la vez, se transformaron en cosas que
sus descendientes necesitaban para vivir: agua dulce (en sus diferentes formas), el sol, venados y otros animales de cacería, maíz y otras plantas alimenticias, plantas rituales como tabaco y peyote. Así se entiende cómo todos estos elementos de la naturaleza, aunque tengan una
apariencia diferente a la de los seres humanos, "en realidad" son considerados "gente o
personas", a las cuales se les busca respetar y rendir culto.
Las formaciones naturales que existen en los lugares de culto y rutas sagradas, dan testimonio de
las transformaciones que sufrieron los antepasados. Determinadas rocas, árboles u ojos de agua surgieron o adquirieron la forma peculiar que tienen durante episodios importantes de las narraciones míticas. Lo más importante es que estos momentos de creación e iniciación a través
del sacrificio deben ser reactualizados por los encargados actuales de la comunidad (los jicareros).-Mar, inframundo y época de las lluvias
La equiparación del mar con el inframundo es una constante en la cosmovisión huichola. Ellos, cuando hablan del mar, se refieren principalmente al Océano Pacífico, lo que es lógico, ya que la
costa de Nayarit se encuentra en relativa cercanía a su territorio tradicional, ubicado en la parte sur de la Sierra Madre Occidental. Sin embargo, hay que tomar en cuenta que los mismos
huicholes sostienen que el mar se extiende por debajo de la tierra, conectándose así con el "mar
de Veracruz" (el Golfo de México) ubicado en el oriente.
Para los huicholes la tierra flota sobre el mar, a manera de una gran isla, bajo la consideración de que el agua rodea toda la superficie terrestre, además de ser la parte baja del mundo.
Una gran roca blanca solitaria (conocida bajo el nombre de Waxiewe) que se encuentra en el mar,
a una cierta distancia del Estero del Rey, en el puerto de San Blas, es el punto exacto de partida del viaje iniciático de los dioses que lleva hasta el otro extremo del "tiempo-espacio". Este punto geográfico es un lugar de culto, que marca el punto occidental de la geografía ritual. También se considera el lugar donde mora o habita Tatei Haramara, la diosa madre del mar. A su vez, este monolito es considerado el primer objeto sólido del cosmos.

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Según el relato mítico, la diosa del mar se arroja contra la roca para convertirse en vapor y lluvia.
Y, siguiendo a la lógica sacrificial de la cosmogonía huichola, se convierte en la roca. Es decir, se
arroja contra sí misma para convertirse en ella.
El poniente (tat+ata), el mar y la costa de Nayarit se ubican "abajo" y en una zona "oscura". Esto
tiene una serie de implicaciones importantes. Por un lado, es ahí donde habitan los muertos o, al
menos, una gran parte de ellos. Según algunos informantes, los muertos que viven en la costa son
aquellos que cometieron muchas transgresiones sexuales durante su vida. La existencia de estos
"pecadores irremediables" no necesariamente es triste, ya que pasan el tiempo bailando mitote y
emborrachándose. Sería erróneo pensar que el inframundo sea un ámbito completamente
negativo. Una concepción así no cabría en el pensamiento huichol.
"La zona oscura" --el inframundo, el mar y la costa-- es la región más fértil del universo huichol y la
más rica en recursos acuáticos. En un principio, toda el agua que circula en el mundo proviene del
mar o, mitológicamente hablando, de la diosa madre Haramara que se (auto)sacrifica aventándose permanentemente contra la roca blanca de San Blas para revivir como el rocío y las nubes que se
levantan al cielo. Por otra parte, a través de canales subterráneos, las "venas de la tierra"
(entregadas originalmente por los dioses en un acto de autosacrificio), todos los manantiales y
ojos de agua están conectados con el mar.
El mar, con su agua salada, es fuente última de toda fertilidad. Equiparada con el inframundo y
conceptualizada como el ámbito de la oscuridad, la costa se denomina t+karita ("lugar de la
medianoche") o y+wita ("donde está oscuro [negro]"). La misma metáfora del día y la noche se
aplica a las estaciones del año.
Así, la época de las lluvias (witarita) se llama t+kari(pa), "cuando es medianoche". La temporada
de "las aguas" se equipara simbólicamente con la costa y el mar.
Al principio del universo, la época de las lluvias aún era permanente, "todo el tiempo llovía", "todo
el mundo fue oscuro" y la tierra aún era blanda. La marisma es un ecosistema que, efectivamente,
corresponde a esta visión de un mundo acuático que no es mar, pero tampoco tierra. Para los
huicholes, se trata de la parte del universo que conservó su aspecto original. Los mosquitos, tan
abundantes en la zona de San Blas y en la marisma, son los muertos.
En el mar y en la costa viven toda clase de monstruos peligrosos que son sobrevivientes de
aquellos tiempos primordiales --ballenas, serpientes aladas, vampiros y "chupacabras". Varios de
estos seres liminales y macabros se me han descrito con todo detalle. Frecuentemente, me llamó
la atención que los dibujos que hacen los huicholes de tales seres parezcan vacas o toros.
La región oscura también es zona de peligros morales. Repetidamente, se nos ha contado que en
la costa existen seductoras "sirenas" que tienen colas de culebra y tratan de "atrapar" a los
hombres que visitan la zona. Ellas están al servicio de los hechiceros y de los dioses de la muerte
que se llaman "señores de la medianoche" (T+kakate) o "atrapadores de la vida" (tukari
nawakate). También se nos ha comentado que los monstruos marinos son los enemigos de las
estrellas. Cuando los monstruos se disponen a salir (con el propósito de devorara a la gente o a
inundar el mundo), Xurawe, el lucero, u otros astros los matan con tiros de estrellas fugaces.
Una clase distinta de seres míticos, que anteriormente vivieron en la costa eran los gigantes
hewiixi. En algunas versiones, los hewiixi se consideran los antepasados de los huicholes, pero es
más frecuente que se mencione una gran batalla primordial en que los gigantes terminaron
vencidos por los antepasados de los huicholes conceptualizados como "seres de arriba". Esta
ambivalencia no es una casualidad y puede encontrarse en casi todos los personajes míticos que
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se asocian con el mundo de “abajo”. Los personajes que representan a la fertilidad salvaje tienden
a sufrir una devaluación simbólica.
Algunos informantes no nos platicaron de los gigantes, sino que afirmaron que la gente más
antigua eran lobos. Por esta razón, el poniente y la costa también se llaman Kam+kita, "el lugar de
la gente lobo". Asociado así con los acompañantes animales o naguales de los mara'akate, el
inframundo adquiere un aspecto sagrado y positivo. Según lo que nos contó un informante de
Keuruwit+a, los lobos son la gente más sabia, los mejores cazadores y, sobre todo, sus
compañeros más leales.
Deidades y personajes míticos relacionados con el agua: Atributos. Roles y funciones.
Las deidades del agua son fundamentalmente personajes femeninos. En las narraciones míticas,
ellas aparecen bajo diversos aspectos. Fenómenos de la naturaleza, como son manantiales, ríos,
lagos, lluvia, nubes, etc., en ocasiones son observados y descritos como culebras, serpientes o
víboras. Dentro de esta concepción, y como el origen de todas las aguas, el mar, es considerada,
la mayor de toda las serpientes. Todos estos seres son conocidos con el nombre de haikuterixi,
“víboras de nube”, término que también refiere al “aliento” o “soplo de la vida”.
1. Takutsi Nakawe, “Nuestra Abuela Carne Vieja”, es el ser más antiguo del universo. También
fue la primera gobernante y chamana-cantadora. Sin embargo, un día se negó a cantar, solamente
exigía más y más cerveza de maíz (nawa) y la planta alucinógena kieri (entonces todavía no
existía el peyote). Además, como era un monstruo (nakawe, nahuatl: “la carne vieja”), se quería
comer a los niños. Finalmente, sus topiles se rebelaron contra ella y la mataron. Cuando la
descuartizaron, de las distintas partes de su cuerpo nacieron diferentes especies de plantas y
animales. En otras versiones, estas criaturas más bien se forman de los cabellos de la diosa.
La mítica rebelión contra la diosa implica una advertencia contra mara'akate que intenten abusar
de sus poderes. Por otra parte, la temporada de las lluvias es la época del año durante la cual se
restablece el dominio de Takutsi. Esto se expresa también en el mito huichol del diluvio,
cataclismo que, de forma moderada, se repite en cada temporada de las lluvias. El mito, que ha
sido documentado por numerosos autores, narra como Takutsi anuncia el diluvio a Watakame, el
primer agricultor. Éste fabrica una canoa en que se salvan Takutsi, él mismo, una perrita negra y
algunas semillas de maíz, frijoles y otros cultivos. Primero viajan hacia el norte. Ahí Takutsi deja su
bastón milagroso que se transforma en el cerro Haurramanaka ("lugar de la madera flotante"), el cerro Gordo en el estado de Durango. Después viajan hacia el sur pasando por el centro. En el sur
dejan la canoa que se transformó en la Laguna de Chapala, Tatei Xapawiyeme ("Nuestra Madre,
el Chalate [la Higuera] de Lluvia").
Es un detalle muy significativo que, en los centros ceremoniales tukipa, el pequeño adoratorio de Takutsi se ubica a un costado del gran templo del dios del fuego (el tuki). Las dos deidades, que
son consideradas las personas más viejas que hay en el mundo, forman una primera, pero antagónica, pareja.
El esposo del monstruo Nakawe es Na+r+, el dios de los torrenciales y de la "lluvia de fuego" (na+) -- el fuego no controlado como apareció originalmente. Tatewari, el fuego ya domesticado (la fogata), es la pareja de Takutsi en su aspecto no-monstruoso. El fuego del cielo
es el sol, Nuestro Padre (Tayau); su esposa es la diosa del cielo, Tatei Wierika Wimari, la joven
águila real, identificada con la Virgen de Guadalupe y con el águila del Escudo Nacional mexicano.
3. Waxiewe, la roca blanca de San Blas: ya fue mencionada en el apartado de Mitos y leyendas u otros relatos.
4. Las cinco Nia’ariwamete, las diosas de la lluvia. Según el mito, Nia'ariwame era una niña
chillona y berrinchuda. Su padre (el roble) y su madre (el pino) ya no la soportaban y, por eso, la
dejaron afuera de la casa. Sin que sus padres se dieran cuenta, la niña se transformó en una culebra y se fue hacia un arroyo o lago donde desapareció. La serpiente primero "apareció" en
cada uno de los cinco rumbos (dando origen a las cinco Nia'ariwamete). Después, se transformó
en una nube de lluvias y se fue. Al iniciar la época de las lluvias regresó en forma de una terrible tormenta y mató a sus padres con rayos que salieron de su boca.
En cada uno de los cinco rumbos cardinales hay una diosa de la lluvia. En la comunidad de Santa
Catarina, la clasificación más recurrente de las diosas de la lluvia es la siguiente:
nombre: ubicación:
sur: Tatei Nia'ariwame Al sur del Cañón del Río
Guayabas, cerca de Santa
Catarina (Jalisco)
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norte: Tatei Y+rameka Al poniente del cañón del
Río Chapalagana, cerca
del pueblo mestizo de El
Bernalejo (entre Durango y
Zacatecas)
oeste: Tatei Kiewimuka Al poniente del pueblo cora
de La Mesa del Nayar
(Nayarit)
este: Tatei Matinieri Agua Hedionda, al norte de
Salinas, en el semidesierto
de San Luís Potosí
centro: Tatei Aitsarika Cerca de Te'akata
5. Xapawiyeme, el "chalate [higuera] de lluvia": el árbol de Takutsi que se encontraba en la isla de
Alacranes en la laguna de Chapala. El árbol fue tallado por los mestizos locales, pero el lugar
sigue siendo importante para los huicholes. La laguna es una transformación de la canoa de
Takutsi y Watakame. Ellos la dejaron allí cuando terminó el diluvio. Cuando el sol llega al sur,
acercándose al solsticio de invierno, termina la temporada de las lluvias. Como ya se mencionó,
en la concepción huichola el diluvio no es otra cosa que una gran temporada de lluvias. "Las
aguas", por su parte, significan el retorno de Takutsi Nakawe, un regreso al tiempo mítico.
6. Kiewimuka. Los lugares de culto de Tsakaimuta (el Sol del Poniente) y Tatei Kiewimuka (la
lluvia del Poniente) se encuentran en la comunidad cora de La Mesa de Nayar, en la Sierra de
Nayarit. La Mesa del Nayar fue el antiguo centro político y religioso del reino del Nayar. Esta
entidad se mantuvo políticamente autónoma hasta 1722 e incluía tanto los territorios coras como
una buena parte de la Sierra Huichola. La importancia ritual que tiene la Mesa de Nayar hasta la
actualidad para los huicholes es una reminiscencia del liderazgo político, que durante un largo
periodo de la época colonial, tuvieron los coras en la región del Gran Nayar.
Tsakaimuta y Tatei Kiewimuka se consideran los padres de los venados.
El nombre Kiewimuka se relaciona etimológicamente con kieri, la planta psicotrópica conocida
como el “árbol del viento” e identificada con el Sol nocturno o la estrella de la tarde.
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7. Tatei Y+rameka ("Nuestra Madre, el Retoño") se asocia con el norte, con el punto donde
descansa el sol el día 21 de junio. Como hemos mencionado, los huicholes tuapuritari ubican este
lugar en una cueva cerca del pueblo mestizo de El Bernalejo, ubicado hacia el norte en la zona
limítrofe entre Durango y Zacatecas. A un lado de la cueva de la madre de la lluvia del norte se
encuentra el kieri Tamatsi Teiwari Yuawi.
8. Hakuyaka. Según los huicholes de la comunidad de Santa Catarina, el mar es la serpiente
mayor, conocida bajo el nombre de Hakuyaka, esta puede ser de 30 a 40 metros (no se refiere a
una medida en especifico de su talla, sino a una cantidad numérica, que representa mucho, o sea
muy grande, muy larga). “Los huicholes consideran que el mar está rodeando al mundo y es
considerado por su movimiento ondulatorio la mayor de todas las serpientes, la gran devoradora, y
le atribuyen dos cabezas. El sol se sumerge al pasar sobre sus abiertas fauces cuando el día se
hunde en la noche y las tinieblas cubren la tierra, y con el sol desaparecen los seres humanos que
la misma serpiente devora” (Lumholtz: 1945; 232).
La salida del sol, tanto mítica como cotidiana tiene que ver con una lucha, en donde el astro solar
muestra su supremacía después de “vencer a los animales nocturnos y a los monstruos del
inframundo o mar.
Ceremonias, ritos, fiestas y danzas:
-Consideraciones generales:
En el ritual no hay "representación" (en sentido teatral), sino identificación entre significante y
significado. Como explica Cassirer (1925), con fundamento en las obras de Preuss (1912, 1921-
1923): "lo que ocurre en estos ritos, como en la mayoría de los cultos de misterios no es ninguna
representación meramente imitativa de un suceso sino el suceso mismo y su acontecer
inmediato.” Es decir, lo que sucede en la ceremonia también sucede en la naturaleza.
Prácticamente no existe dentro del ciclo ritual huichol, una ceremonia en donde físicamente el
agua no este presente. En ocasiones el agua juega un papel colateral y, en muchos otros, es una
de las figuras centrales dentro del ritual. La sociedad huichola fundamenta su vida en los frutos del
trabajo agrícola, sobre todo, el cultivo del maíz. Por otra parte, el culto del agua, también
encuentra su lugar en ceremonias y rituales asociados con la búsqueda de vida y salud, como son
las curaciones shamanicas o el bautizo de niños en fuentes de agua.
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-La circulación ritual de agua y sangre en el cosmos
Cada fiesta huichola implica una serie de peregrinaciones hacia los extremos del mundo que
tienen que realizarse antes y después de la celebración de la fiesta. Los intercambios rituales
entre los seres humanos y sus antepasados deificados son la razón principal de que fiestas y
peregrinaciones siempre vayan juntas. Por una parte, se invita a los dioses a que vengan de los
lugares sagrados del paisaje, que son sus moradas, para asistir a las fiestas que se celebran en
los patios y para dialogar con el cantador. Después, en las peregrinaciones, se visita a los mismos
dioses en los lugares donde viven. La sangre de los animales sacrificados "hace hablar a las
ofrendas", que se entregan a los dioses durante las visitas a los lugares sagrados. En su regreso
de estos lugares, los peregrinos traen "aguas benditas", líquidos que se "juntan", posteriormente,
en las ceremonias.2
La fertilidad y la vida dependen de la circulación de líquidos. En caso de que no llueva, una
medida de emergencia es transportar agua de una fuente sagrada del desierto hacia el mar y
viceversa, provocando así que las aguas quieran regresar a sus lugares de origen (Lumholtz,
1902,2: 94). De manera análoga, puede decirse que el cosmos se mantiene funcionado porque la
sangre sigue circulando. Los seres humanos ofrendan objetos untados con la sangre aún viva de
los animales sacrificados moribundos. El agua de la lluvia que los dioses obsequian como contradon,
según el principio sintético del pensamiento complejo, en un principio, no puede ser otra cosa
que este mismo líquido vital, obsequiado por los dioses, igualmente sacrificados y moribundos.
Otro de los “líquidos” que circulan en el comos es el dinero, la sangre de Cristo transformada en
plata (cfr. Zingg,1982 [1938]: 75).
-Soñar a la lluvia
Durante la época seca del año (octubre/noviembre-mayo/junio), las actividades rituales se
relacionan más que nada con el desierto, región que, por su aridez y su inhospitalidad,
proporciona el lugar adecuado para practicar la penitencia y la búsqueda de visiones. La
2 Coyle (2000) describe como, entre los coras de Santa Teresa, antes de comenzar cualquier mitote
parental o comunal, se deben reunir una serie de objetos y materiales necesarios para la realización del
ritual, y entre éstos, el más importante es el agua sagrada (wáw+). El agua sagrada es recolectada en
cuatro manantiales ubicados hacia el Oriente, Poniente, Norte, y Sur de la comunidad. El quinto sitio para
recolectar agua está localizado en el centro de este círculo o romboide, y se ubica en las cercanías
inmediatas del mismo pueblo de Santa Teresa. Entonces, los peregrinos que regresan a este punto central
desde los cuatro manantiales de la periferia trazan con su deambular una cruz gigante dentro del círculo
envolvedor.
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preeminencia del oriente se debe a tres razones principales: es ahí donde crece el peyote, donde
sale el sol en la mañana, y se observa que las primeras lluvias llegan desde la dirección del
amanecer.
Vestidos con un atuendo especial que consiste, entre otras cosas, en un sombrero adornado con
plumas blancas de guajolote, los jicareros, que durante este viaje se conocen como peyoteros
(hikuritamete), se dirigen al desierto de Wirikuta, en el Oriente, donde recolectan el peyote
(Lophophora williamsii), cactus psicotrópico denominado en huichol hikuli. Luego, los peyoteros
suben al Cerro del Amanecer (Paritek+a o Reu’unari) en la Sierra de Real de Catorce, que se
considera el lugar donde sale el sol tras vencer a los animales nocturnos y a los monstruos del
inframundo.
Durante toda la peregrinación, los jicareros se someten a prácticas de austeridad y purificación:
ayuno, abstención del sueño y confesión. Solamente así podrán obtener nierika, “el don de ver”, al
llegar al desierto e ingerir peyote. Según la mitología, los antepasados fueron los primeros en
probar hikuli y tener una experiencia visionaria, tras lo cual se transformaron en dioses. Al
reactualizar esta experiencia y obtener nierika, los jicareros tienen la oportunidad de convertirse en
mara’akate, personas iniciadas, médicos tradicionales o cantadores.
Sin embargo, la peregrinación también se relaciona con el ciclo agrícola. En la ruta de esta
peregrinación se encuentran algunos ojos de agua sumamente sagrados --entre ellos Tuymayau y
Tatei Matinieri, donde los peregrinos realizan una serie de rituales prominentes. En pleno desierto,
los peyoteros también sueñan con la serpiente de la lluvia oriental (la diosa Nia’ariwame), que
habita en estos ojos de agua. Ella seguirá el camino de regreso de los peregrinos que los llevarán
hasta la sierra, el centro del universo. Así, el ciclo ritual agrícola comienza con la peregrinación a
Wirikuta. En la gran fiesta de Hikuli Neixa, “la danza del Peyote”, que se celebra al final de la
temporada de secas, los jicareros realizan una compleja coreografía que expresa el arribo de la
serpiente de la lluvia desde el desierto.
-Representación de la serpiente de lluvia en Hikuli Neixa
Una de las escenificaciones más importante de la danza del peyote es la llegada de la lluvia desde
el oriente. Varios de los elementos coreográficos y, sobre todo, los trajes festivos que aparecen
durante la danza acentúan este nivel del simbolismo. Los danzantes representan a una serpiente
de nubes o serpiente de agua (haiku), el ente mitológico identificado con la diosa madre de la
lluvia, Tatei Nia'ariwame. De hecho, el mismo personaje aparece bajo dos formas diferentes: como
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una "serpiente emplumada", compuesta por danzantes vestidos con plumas blancas, y como un
objeto ritual, la vara ondulada que porta el puntero de la danza. Este último personaje se llama
tekwamana. De todos los participantes de la danza, es él quién lleva el traje más elaborado. En la
cabeza porta un penacho de plumas negras de gallo, mismo que se combina con una especie de
peluca elaborada de unas diez o quince colas grises de ardilla. El traje del puntero consiste de dos
bandas cruzadas de plumas blancas de guajolote y un cinturón de tiras de carrizo ("carricera") con
plumas similares. No cabe duda que se trata de un disfraz bastante eficaz para representar una
nube que va volando en el cielo. Durante todo el baile, el tekwamana sostiene una vara azul y
ondulada de madera, objeto que representa la serpiente que es, como se señaló, la diosa de la
lluvia del este, Tatei Nia'ariwame.
-La fiesta de la siembra, Namawita Neixa
Unas pocas semanas después de la fiesta del peyote se celebra otra ceremonia donde se
escenifica la llegada de la lluvia. El nombre de este proceso ritual se compone de neixa, "danza" o
"mitote", wita(ri), "lluvia" y nama, “cubierta”, palabra que también alude a un tipo de ofrendas
similar al de los itarite o "camas". La fecha de la fiesta de la siembra corresponde a uno de los
momentos claves del ciclo agrícola, ya que se celebra durante la época del año cuando suelen
caer las primeras lluvias. (En la zona huichola del Cañón del Río Chapalagana las lluvias no
suelen comenzar antes de finales de junio.) Inmediatamente después de que termina la fiesta
inician los trabajos de la siembra. Los huicholes observan que el inicio de las lluvias coincide con
el solsticio de verano, cuando el sol llega al extremo norte de su aparente desplazamiento anual
norte-sur.
El sol, cuando sale por el norte --o, más bien, "por la izquierda (utata)"--, se acerca más a la tierra.
Por eso, el calor del sol hace evaporar el agua que, durante las secas, se había retirado hacia el
interior de la tierra; y así es que llegan a formarse las nubes y la lluvia. El día 21 de junio el sol
llega a Ututawita, lugar sagrado del norte donde mora la diosa Tatei Y+rameka ("Nuestra Madre
del Retoño"). Por eso, al mediodía de la primera jornada de la fiesta Namawita Neixa se le ofrece
al sol el sacrificio de una res.
El rito principal de la fiesta Namawita Neixa es la danza que inicia al caer la noche del segundo día
y continúa la noche siguiente. Aparece un grupo de cinco hombres danzantes que representan a
las diosas madres de la lluvia. Estas diosas se llaman Tateiteime Nia'ariwamete y personifican a
las llamadas haikuterixi "serpientes de nubes". Sus trajes son muy bonitos y llamativos: Cada
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danzante viste una capa compuesta de unas veinte cintas tejidas multicolores que ondean en el
aire cuando se realizan brincos, giros u otros movimientos dancísticos. También los tocados son
bastante suntuosos, ya que se componen de largas plumas azules de urraca y un par de varas
ceremoniales especiales del tipo muwieri con motitas rojas de estambre y plumas rojas de aguililla.
Los huaraches de los danzantes tienen suelas de cuero que hacen resonar los brincos; en las
manos portan sonajas y varas con colas de venado. Los cinco desdoblamientos de la diosa de la
lluvia, desde luego, corresponden a los cinco rumbos.
Un elemento nuevo que aparece en el traje de los danzantes de la fiesta de la siembra son las
plumas de urraca. Éstas son un elemento que también apreciamos en los tocados de los
danzantes wainarori del Cambio de Varas y de la Semana Santa. La urraca azul es un ave que
vive en la costa; por su larga pluma azul tiene una asociación clara con las deidades de la
fertilidad y de la lluvia, no solamente entre los huicholes, sino entre los coras.
Aparte de los representantes de las diosas de la lluvia aparece un danzante, también de sexo
masculino, que representa a la diosa Takutsi Nakawe, "Nuestra Abuela, la Carne Vieja", que es la
versión huichola del monstruo mesoamericano de la tierra. Como se trata de la diosa más antigua,
su traje consiste de una falda de estilo antiguo, un kaure +kaiyari, que es una falda gris tejida de
lana de borrego. El personaje de Takutsi Nakawe también porta una máscara gris de madera con
una especie de peluca hecha de colas de chachalote (una especie de ardilla). Su corona es de
plumas negras de gallo, y su collar se compone de caracoles y conchas marinos. En ambas
manos tiene bastones de otate, y en la espalda porta a su hija, un pequeño niño que representa a
Tatei Yurianaka, la diosa madre de la tierra.
Como señalé anteriormente, Takutsi es un ser mitológico de carácter ambivalente: Por una parte,
es la abuela creadora, la "semilla germinada" (kutsi), que teje el mundo y hace crecer a las plantas
con su bastón milagroso. Pero, recordemos también que, como gobernante y cantadora de los
gigantes hewiixi, fue déspota, abusiva y no muy cumplida. Cuando Takutsi se transforma en su
aspecto de monstruo nakawe es, inclusive, un ser destructivo y bastante perverso.
Los jicareros o peyoteros "normalmente" son los encargados del tukipa y los protagonistas de las
fiestas; sin embargo, en ocasión de Namawita Neixa no tienen mucho qué hacer. El único que sí
desempeña un papel especial es Na+r+. Al igual que en Hikuli Neixa, el peyotero con este nombre
realiza un papel cómico. Ahora es cuando aparece explícitamente como el esposo de Takutsi
Nakawe.
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Las ceremonias y bailes que se realizan durante la segunda y la tercera noche de la fiesta se
desarrollan sobre todo en el interior del tuki. El significado de este espacio ritual solamente se
entiende en el contexto de la estructura arquitectónica del tukipa. El tuki es una estructura
hundida, que contrasta con los templos elevados que se ubican al otro extremo de la plaza central
del tukipa. Así, de ninguna manera es casual que el tuki se ubique en el lado poniente, mientras
que los templos elevados se encuentran en el oriente. Como ya vimos, para los huicholes, el
poniente es "abajo", mientras que el oriente está "arriba". Así, mientras que la plaza central es una
réplica del desierto de Wirikuta y las pequeñas pirámides representan al Cerro Quemado, el
interior del tuki es un espacio que remite al inframundo que es identificado con la costa y con el
mar. Se trata del oscuro mundo original donde, en muy remotos tiempos, moraban los gigantes
hewiixi y su cantadora Takutsi Nakawe.
La danza de los representantes de las diosas de la lluvia es circular y levógira aunque, a veces,
cambia la dirección. Con la excepción de cinco salidas al patio, todo el tiempo se danza en el
interior del tuki. Los pasos son bastante variados. Desde el simple caminar y pasos parecidos al
baile de la fiesta Tatei Neixa y los mitotes coras, hasta brincos de dos pies y rápidos giros sobre el
propio eje. De vez en cuando los danzantes gritan de una forma aguda, imitando al pájaro que se
llama huaco. El movimiento levógiro tiene claras asociaciones con las serpientes de nubes,
mientras que las pisadas con los huaraches de suela de cuero son una imitación acústica de la
lluvia.
Takutsi es otra de las atracciones de esta fase del ritual -- hace muchos chistes, asusta a la gente
y se ríe maliciosamente. A veces golpea a la gente con sus bastones. Queda claro que ella no
trata muy bien a su esposo Na+r+ que trota atrás de ella, cabizbajo y agarrándose del vestido de
su señora. A Tatei Yurianaka, la pequeña hija de Takutsi, permanentemente se le alimenta con
pedazos de carne seca de venado. Si no se hace eso, el bebé podría transformarse en un
monstruo y comerse a la gente.
La parte más espectacular de la fiesta se acerca cuando se enciende la punta de la gran antorcha
hauri (elaborada de pedazos de ocote). Un grupo de peyoteros levanta la antorcha ardiente a unos
30 grados, y durante un tiempo la sostienen así. Después de algunas vueltas de la danza, la bajan
otra vez y la llevan a la parte norte del tuki. Ahí, los representantes de las diosas de la lluvia, con
sus huaraches de suela de cuero, bailan en la punta de la antorcha, depositada en el suelo, hasta
que las llamas se extinguen. Esta tarea puede resultar bastante difícil; no es frecuente, pero sí
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sucede, que uno de los danzantes se queme los pies. El público siempre se fija muy bien en cuál
de los danzantes es el que logra apagar las llamas.
El rito de apagar el fuego con los pies tiene una exégesis compartida por muchos informantes: La
diosa del maíz pide este ritual como un "castigo" para los seres humanos, porque ellos siempre
queman el maíz y ahora deben sufrir al menos una vez lo que el maíz sufre todos los días. Sin
embargo, otra interpretación bastante obvia del mismo rito es que se trata de una dramatización
de los sucesivos acontecimientos de la quema del coamil y del inicio de las lluvias. En este
momento crucial del año coinciden las fuerzas opuestas (y antagónicas) del universo: el agua y el
calor del sol. En el solsticio de verano el calor del sol (tukari) llega a su extremo pero, una vez que
inician las lluvias (t+karipa) pierde su intensidad de una forma bastante brusca. Después del gran
calor de las secas, durante la temporada de las lluvias prevalece un clima relativamente frío. En
este contexto, el rito de encender y levantar el hauri, y luego tumbarlo, apagarlo y destruirlo, es
una forma muy lograda de representar simbólicamente lo que está sucediendo en la naturaleza.
El rito de tumbar el hauri también implica que "caiga el cielo". El cataclismo nos hace regresar a un
estado anterior a la separación de tierra y cielo, anterior a la alternancia entre noche y día, a la
época mítica no-diferenciada cuando siempre era época de lluvias, cuando todo crecía por sí solo
y no existía el intercambio, ni la dualidad. Se acaban la ley y el orden cósmico.
-Otras ceremonias
Aparte de estas dos grandes ceremonias comunales del tukipa, Hikuri Neixa y Namawita Neixa, es
importante destacar los peregrinajes que colectiva o individualmente se realizan a diferentes
puntos de la geografía ritual, en donde hay cuerpos de agua, como son el mar, el lago de Chapala
o manantiales sagrados, a donde se asiste a dejar ofrendas, tomar agua para llevar de regreso a
casa y pedir cualquier cosa que se desea, a cambio de una promesa, acto de intercambio, a partir
del cual, el huichol puede solicitar la ayuda para engendrar desde un hijo, hasta la petición de
buenas lluvias, animales, dinero o cualquier cosa.
Canciones, música y refranes: Trascripción de las que posean algún contenido significativo
desde el punto de vista del agua.
Es significativo que el tambor tepu solamente puede tocarse en las fiestas de la temporada de
lluvias (Namawita Neixa, Tatei Neixa). Este instrumento de percusión es un equivalente del
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huehuetl prehispánico, se fabrica de un tronco de árbol ahuecado, al cual se añade en la parte
superior, una piel de venado estirada, que al ser golpeada, emite un sonido de eco, reproducido
en la camara hueca, del tronco de madera vació.
Según información obtenida por el etnógrafo noruego Carl Lumholtz, a principios del siglo XX el
uso de caracoles marinos, como instrumentos musicales era una constante en algunas fiestas,
como a continuación lo atestigua: “Se utilizan conchas marinas como una especie de instrumento
musical. Cuando se dedica el montículo de tamales a los dioses, ceremonia que realizan los
shamanes, se designa a las personas que deberán soplara en estas conchas, cinco veces en el
día y cinco veces por la noche. Esto se hace como señal para todos los dioses. Luego de
terminada la fiesta, las conchas se llevan a la meseta de Nayarit, donde permanecen guardadas
en el transcurso de la estación húmeda, para después llevarlas a la siguiente fiesta del mismo tipo.
Se guardan en la meseta de Nayarit en una casa de dios. De acuerdo con la tradición, los
chichimecas las llevaron por primera vez desde la costa, donde actualmente esta San Blas. (…)
En huichol recibe el nombre de ku’ra. (…) Para los huicholes, las marcas naturales en la concha
significan granos de maíz y agua (Lumholtz 1986 [1900]: 258 y 257).
Hoy en día, el uso de las trompetas sigue vigente, pero se limita al jicarero del dios del viento. Los
demás encargados del centro ceremonial tukipa utilizan cuernos de reses, modificadas a manera
de trompetas, conocidas con el termino de awate, las cuales sirven para hacer llamadas acústicas,
a manera de sonidos emitidos con el fin de convocar, reunir o solicitar la presencia de todos los
miembros o la atención de estos. Solamente el encargado del dios del viento tiene una concha de
caracol marino (k+xa) (Neurath, 2000: 67).
Lugares sagrados:
El territorio ancestral de los huicholes, es considerado sagrado, compuesto en su totalidad por
cinco regiones naturales, mismas que acordes con los postulados de la exégesis indígena,
corresponden a los puntos cardinales (incluyendo el centro), puntos que marcan los extremos del
territorio ancestral y delimitan el universo huichol.
Los santuarios de esta geografía sagrada se distribuyen de la siguiente forma: en el centro
Te’akata, el centro del universo y la geografía huichol, en la sierra madre occidental, situado en el
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Estado de Jalisco3, en el extremo Oeste, Haramaratsie, en el mar y costas del Océano Pacifico, en
el Estado de Nayarit, en donde destaca por importancia Waxiewe, o la piedra blanca, pequeño
islote dentro del mar, en el extremo este, Wirikuta en la sierra de Catorce y el desierto de San Luís
Potosí, en donde por jerarquía sacra destaca el cerro Paritek+a o Re’ unari, en el extremo norte
Hauxamanaka, en los bosques de la sierra del Estado de Durango, en donde destaca en
importancia el Cerro Gordo, y por ultimo en el extremo sur, se ubica el santuario de Xapawiyeme,
en donde destaca el lugar sagrado ubicado en la Isla de los Alacranes, del lago de Chapala, en el
Estado de Jalisco.
Estas cinco regiones en su conjunto, forman una cruz romboide4, emblema cosmogónico por
excelencia de los huicholes, en donde es posible reconocer la concepción que sobre el universo
se tiene, a partir de la cual el cosmos es dividido estructuralmente en cuatro partes y un centro, a
manera de quincunce. A su vez, la estructura del quincunce, compuesta por cinco puntos
cardinales, materializados como santuarios en los rumbos del universo, quedan unidos tanto por
las trayectorias o rutas seguidas por los huicholes en sus peregrinajes a los lugares sagrados, en
los ejes oeste - este y norte - sur (pasando por el centro en los dos casos).
Si bien, los lugares sagrados en el mar y la costa, están evidentemente vinculados con el agua, no
hay ningún santuario de los diferentes rumbos del universo huichol que no lo este, ya que la
presencia de manantiales y cuevas consideradas sagradas, en donde este fluido se encuentra
presente, es una constante.
-El contraste mar-desierto
Para entender la geografía ritual de los huicholes conviene partir del contraste mar-desierto.
Haramaratsie (el mar) y Paritek+a (el Cerro del Amanecer en el desierto de San Luís Potosí) son
los extremos del universo huichol en el plano poniente - oriente que también es abajo - arriba.
3 A reserva del santuario de Te’ akata, la mayoría de estos, se encuentran lejos, a distancias considerablemente
largas, de la sierra y las comunidades en donde los huicholes viven. Por solo citar un ejemplo, la comunidad de las
latas, uno de los centros ceremoniales mas alejados de la costa, localizado en la porción noreste del territorio
comunal, se encuentra aproximadamente a unos 150 kilómetros en línea recta de esta, en un terreno accidentado de
montañas y barrancas abruptas, donde una decena de kilómetros, subiendo, bajando, bordeando y recorriendo
veredas a pie, pueden llevar jornadas de un día completo de trayecto.
4 “Según la mitología cora, el mundo y el mitote se originaron cuando la diosa madre tejió una cruz romboide
(cha’anaka u “ojo de dios”) con sus propios cabellos, utilizando como soporte dos flechas entrecruzadas
proporcionadas por sus hijos. Al terminar este artefacto, lo coloco en el suelo y ordeno a todos los antepasados que se
dispusieran a bailar mitote, danzando en sentido levógiro encima de el. De este modo el mundo se extendió en el
espacio. Desde entonces, tejer un cha’anaka y danzar mitote significan recrear al mundo, con su estructura de
quincunce” (Neurath, 2000: 61).
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Geográficamente, los dos lugares no podrían ser más contrastantes; por un lado el mar y la tierra
caliente de la costa de Nayarit con su clima húmedo y la vegetación tropical, por el otro lado, las
áridas estepas del Altiplano. El territorio de los huicholes, ubicado en la Sierra Madre Occidental,
se encuentra a medio camino entre los dos tipos de paisaje. Al oriente los límites de las
comunidades tradicionales prácticamente coinciden con la frontera ecológica de las estepas y
desiertos. Al poniente, la parte de la sierra que es habitada por los coras, baja directamente a la
zona de las planicies y marismas costeñas.
En la Sierra del Nayar, además, se experimenta un contraste climático similar durante el
transcurso del año: por una parte las intensas lluvias y el exuberante crecimiento de la vegetación
en verano (entre junio y septiembre), por otra parte, la aridez de la época seca. La tradicional
agricultura de coamil basada en "roza, tumba y quema" que se practica en la sierra, aprovecha
muy bien el contraste estacional característico del clima monzonal. En el contexto geográfico de
los huicholes, es lógico que su "tiempo-espacio", de cierta manera, "combine" o "sintetize" el
poniente con las lluvias y el oriente con las secas.
La costa, el mar y la temporada de las lluvias son dónde y cuándo se liberan las fuerzas de una
vitalidad caótica y de una fertilidad desenfrenada. A pesar de la alegría que las lluvias inspiran a
los huicholes, en muchos contextos rituales se expresa un menosprecio de elementos asociados
con t+kari, la oscuridad: la energía sexual y los impulsos espontáneos, el principio femenino y
caótico que nunca fue creado. Estos aspectos "nocturnos" de la vida se oponen a tukari, el
"(medio) día", que es la "vida" que nos da el padre sol.
No es una casualidad que los términos tukari y t+kari sean tan similares. Diferenciándose
solamente por un fonema, se refieren a aspectos del tiempo y de la vida que son antagónicos y, de
cierta forma, complementarios. Tukari es el equivalente del tonalli náhuatl, designando el sol en el
cenit, la luz y la "energía" solar, mientras que la "oscuridad" (t+kari) tiene un carácter ambivalente,
ya que también se asocia con la enfermedad, con el mundo teiwari-mestizo, con los seres
monstruosos y peligrosos de “abajo”. Son los vientos del poniente los que traen las enfermedades.
Mientras que Nuestro Padre, el sol (tau), es tukari por excelencia, la mejor personificación de
t+kari es la diosa Takutsi Nakawe. Takutsi puede considerarse la diosa del tejuino (nawa) --bebida
fermentada que se elabora con granos germinados de maíz-- e identificarse con el chalate, el
otate, ciertos caracoles, la iguana y el jabalí, además con la gigantesca serpiente que vive en el
mar rodeando la tierra y que devora al sol en el atardecer. Al amanecer se invierte esta situación y
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el astro diurno, apoyado por el lucero, emerge triunfante, aniquilando a los monstruos acuáticos
del inframundo.
El desierto y las secas son el "tiempo-espacio" donde uno busca adquirir revelaciones del orden y
de la sabiduría ancestral.
Quiénes buscan visiones tienen que abstenerse de mucho de lo que se asocia con la oscuridad
(t+kari), del sueño, de bañarse y, sobre todo, de la sal y del sexo. Sin embargo, la austeridad
nunca es un fin en sí mismo, toda práctica de abstinencia lleva a un momento donde se practican
y se disfrutan las cosas que están prohibidas durante la temporada de "castigo". Lo que se busca
con las prácticas de (auto)sacrificio son dos cosas inseparables: conocimiento y fertilidad. Por una
parte, la búsqueda de visiones que practican los hikuritamete es necesaria para la reproducción de
los conocimientos mitológicos y la "iniciación chamánica", sin embargo, tener visiones o sueños
con las serpientes de la lluvia también es un importante requisito para obtener lluvias y fertilidad.
Iconografía, arte y simbolismo: Referidos al agua, actividades en y con el agua o
fenómenos naturales o sobrenaturales que tengan que ver con el agua.
Existen dos objetos importantes dentro de la vida ceremonial de los huicholes, que son relevantes
de tomar en cuenta para tratar este apartado: las flechas y las jícaras. Las flechas (+r+te) y las
jícaras (xukurite) votivas siempre forman pares complementarios. Cada lugar sagrado y cada
deidad recibe un par de estas ofrendas. Junto con las palabras de la oración, las flechas, jícaras y
otros objetos votivos transportan la sangre de los animales sacrificados, desde el patio festivo
hasta los lugares donde moran las deidades receptoras de la ofrenda. El líquido vital que brota de
los venados y reses agonizantes es una retribución para los dioses por los sacrificios que ellos
mismos han sufrido; lo consumen como alimento y, así fortalecidos y contentos, obsequiarán la
lluvia, la vida y demás cosas que se les piden.
En lo que se refiere a su aspecto de plegaria, la parte más relevante de la flecha es la trasera, una
vara de carrizo. Con una pintura roja o azul se aplica un diseño relativamente sencillo compuesto
por líneas rectas y onduladas. Este dibujo, realizado parcialmente con una técnica en negativo,
representa lo que se envía, las "palabras" de la plegaria, y lo que se pide: serpientes de lluvia,
relámpagos -- las “palabras” de los dioses.
En el caso de las jícaras, la plegaria está plasmada en figuras de cera con chaquira y en las
monedas pegadas en el interior. Las jícaras votivas son pequeñas y, en su interior llevan una
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pintura de color "rojo/ sangre" (xure, a veces rosa) o "negro/oscuro" (y+wi, a veces azul o morado).
Las jícaras con pintura "sangre" son para las deidades celestes y el fuego, las "oscuras" para las
diferentes diosas madres (las Tateiteime), para Takutsi Nakawe y el dios del viento (Tamatsi ‘Eaka
Teiwari). Ambas clases de jícaras sirven como recipientes para ofrecer la sangre de los animales
sacrificados a las deidades (Kindl 2001:12-13; Kindl y Neurath 2003).
Encima de esta decoración monocromática de base, se aplican pequeñas figuras que se forman
cuidadosamente con cera, y que se adornan, además, con chaquiras de diferentes colores y con
pequeñas monedas, de preferencia antiguas y de escaso valor. Igual que las pinturas de las
flechas, las figuras de estrellas, venados, vacas, plantas de maíz y seres humanos de ambos
sexos, y demás aplicaciones en las jícaras, son oraciones o plegarias. La chaquira (kuka), en sí,
es símbolo de agua. (Antes se usaban perlas fabricadas de conchas marinas). “La chaquira
significa la vida”. Lo que se pide es, entonces, vida (tukari) y salud, hijos, éxito en la cacería,
buenas cosechas y dinero. Las pequeñas figuras humanas de cera remiten a los niños y
familiares, las plantitas de maíz a las cosechas, las vaquitas al ganado, los venaditos a la cacería,
las monedas (tumini) al dinero y la chaquira (kuka) al agua y a las semillas. Los detalles de la
decoración varían según la deidad invocada (cfr. Kindl 2003). A menudo, un mismo símbolo
representa simultáneamente (1.) a las personas que piden, (2.) sus ofrendas, (3.) lo que se pide y
(4.) a quién se le pide, es decir, a los dioses (cfr. Kindl 2001:11-12). En el centro de cada jícara se
encuentra un círculo que representa el iyari, “corazón”, de objeto.
Léxico del agua: Principales vocablos para nombrar el agua y fenómenos conexos: lluvia,
nieve, neblina, río, arroyo, torrente, lago, laguna, pantano, manantial, vertiente, aluviones,
etc. Verbos que indican acciones que se hacen con el agua, en el agua y por el agua.
Sistemas de numeración.
El principal vocablo para nombrar el agua es Ha.
Toponimia hídrica: En el caso de existir, se ejemplificará con topónimos que remitan al
tema del agua.
Tatei Haramara: Nuestra Madre, el Mar.
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Ilustraciones: Fotos, esquemas, bocetos, planos, banco de imágenes. Se las identifica y recopilan
en el Anexo de Ilustraciones.
CONOCIMIENTO: (Principalmente satisfacen necesidades de entendimiento, creación,
subsistencia, protección, libertad)
Conocimiento de los ciclos naturales, taxonomías y capacidad para predecir y pronosticar
fenómenos:
La capacidad de predecir y pronosticar fenómenos relacionados con los ciclos de naturaleza, para
los huicholes, no son únicamente producto de un cúmulo de conocimientos adquiridos a lo largo
del tiempo o la observación directa de la naturaleza, debido a que a la par de lo señalado, las
revelaciones proporcionadas en los sueños, cobran gran importancia, ya que en la mayoría de los
casos, los visiones obtenidas a partir de los sueños, son consideradas mensajes otorgados por
sus ancestros o deidades, dirigidos principalmente a los especialistas rituales, en este caso, los
maraka’ate. Así mismo, es importante mencionar, que tanto la actividad onírica, producto del
descanso corporal, como las visiones producidas por los estados alterados de conciencia,
especialmente el consumo de peyote, son considerados sueños.
Astronómicos: conocimiento de los ciclos y fenómenos astronómicos en relación con el
ciclo del agua local y los ciclos biológicos (agrícolas, migraciones animales, etc.)
La observación de los solsticios, descrita en apartados previos, es un ejemplo claro del
conocimiento que los huicholes poseen, en relación a los ciclos y los fenómenos meteorológicos.
Meteorológicos: Identificación de señales (por ejemplo: cantos y vuelos de aves) y de
fenómenos meteorológicos (huracanes, lluvias, vientos, rayos, granizos, etc.)
En una ocasión, se me comento y explico empíricamente (observando la luna), que las fases de la
luna, son un indicador sobre la proximidad de lluvias, de esta manera, en la época húmeda del
año, cuando la luna es observada previamente a la fase de luna nueva (aspecto de la luna, en la
que esta, al encontrarse entre el Sol y la Tierra, presenta a la tierra su hemisferio oscuro,
careciendo de luminosidad), en fase creciente, en donde visualmente la luna es observada con un
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pequeño filo luminoso, o una mínima porción iluminada y la mayor parte de la cara que da hacia la
Tierra oscura, es considerado un indicador de que lloverá, pero esta fase no es el único indicador
de cercanas precipitaciones pluviales, sino que visualmente el filo luminoso, debe estar
posicionado de forma horizontal y ligeramente inclinado (como sugiriendo un cuenco luminoso,
contenedor de agua, que al ser inclinado, se derramara). (Ricardo Pacheco)
-Concepciones sobre diferentes tipos de lluvia:
Existe una relación muy estrecha entre la serpiente oscura causante del diluvio y la serpiente
benéfica que es el “agua de la vida”.
La serpiente que representa a la lluvia benéfica, vive en un ojo de agua llamado Tatei Matinieri,
cercano a Wirikuta y a los lugares donde los huicholes recolectan peyote. Efectivamente la primera
lluvia viene desde el oriente. Como vimos, las religiones indígenas del Gran Nayar plantean que
nace a partir de las prácticas de sacrificio, de las visiones obtenidas por los peregrinos de peyote,
o bien, que se trata de una transformación de la serpiente del mar después de sufrir el sacrificio de
flechamiento y ser así domesticada.
La otra serpiente, la que vive en el mar del poniente y devora al Sol del atardecer, se asocia con
lluvias destructivas huracanadas que, efectivamente, vienen desde la costa del Pacífico y causan
inundaciones y la pérdida de las cosechas. Llama la atención que, entre los huicholes, la diosa de
la lluvia occidental se llama Tatei Kiewimuka, un nombre que se relaciona etimológicamente con
kieri, la planta psicotrópica conocida como el “árbol del viento” e identificada con el Sol nocturno o
la estrella de la tarde.
Climáticos: Identificación del comienzo de los períodos de lluvia y de los períodos secos.
Identificación de la variabilidad y cambio climático.
-Las lluvias comienzan alrededor del 21 de junio y terminan en octubre (fiesta movible Tatei
Neixa).
-Relación calor-lluvias. (ver arriba)
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Biológicos: migración de peces y otros animales, épocas de celo y parición, floración y
fructificación, etc.
A finales de junio, insectos voladores que son incubados en la tierra (hormigas voladoras, que en
otros lugares, son conocidas con el nombre de hormigas de San Juan), salen de esta
revoloteando, este sucede con el inicio de las primeras lluvias, este hecho del mundo animal, es
asociado con el inicio de la temporada húmeda.
Oceanográficos: Mareas y corrientes marinas (El Niño, corrientes cálidas, corrientes frías,
etc.)
No contamos con información al respecto
Geológicos: Terremotos, deslizamientos, erupciones volcánicas, etc.
Desconocemos informacion al respecto
Hidrológicos: crecidas de los ríos, huaycos, aluviones, etc.
Las crecidas de los río son temidas. En el territorio huichol los puentes son muy escasos, así que,
en la temporada de las lluvias, cruzar los ríos se vuelve sumamente peligroso.
Algunos mitos hablan del origen de los ríos de la Sierra y de sus particularidades:
Ejemplo: mito “Los ríos serpenteantes”
Narrado por: Catarino Carrillo, José Cayetano Medina y Julio Carrillo Cayetano
Recopilado por Héctor Medina en Bancos de Calítique, Durango, 2004.
Cuando se acabo el… kiekari muti hau [diluvio o inundación], cuando fue la creciente, de nuevo
tuvo que ampliarse la tierra. Hatuxame [Río Chapalagana] salió de Kutsaraupa, del Real de
Catorce, de Tatei Matinieri. De ahí salió pero creo que pasó por abajo hasta salir por
Aguascalientes. Hatuxame era muchacha, es uka [mujer], por eso le dicen tatei [“madre”], Tatei
Hatuxame.
Venían tres que la venían siguiendo, jugaron una competencia, porque ya sabían que por ahí iba
una muchacha, bonita blanca, pues esa agua así es. Eran tres personas que venían viendo haber
dónde la alcanzaban. Iban al mar para juntarse con ella en San Blas. Eran como gente de víboras
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pues, el agua ese se convierte en víboras. Eran víboras pues, pero se convirtieron en agua. Antes
hablaban así como gente.
Primero es el que viene de San Juan Capistrano. Se llama Haik+ Munieya [Río Chimaltita], es una
víbora que tiene en la cabeza rojo, que trae paño. Ese se juntó en San Antonio [de Padua] con
otro que venía de San Pedro Xícoras, Haik+ Yuwi [Rió Jesús María] que pasa por Huazamota.
El Kuyaurika [Río San Pedro] salió cerca de Durango, pasa cerquita de Hauxamanaka, Cerro
Gordo, de ahí viene, por eso está grande. Poco a poco, juntándose con los arroyitos que hay ahí,
pasó por San Pedro Ixcatán. Estaba tirando para alcanzar a la muchacha por donde está Santiago
Ixcuintla. Iba cerquita ya, pero supo que ya le había ganado el río que venía de Huazamota.
Haik+ Munieya y Haik+ Yuwi le ganaron a Kuyaurika. Esos dos se encontraron con Hatuxame por
ahí de Huaynamota, en Aguamilpa. Ahí se enredaron las víboras y rodaron hasta el mar, en San
Blas. Kuyaurika no alcanzó a llegar con la muchacha Hatuxame y se enojó. Nomás llegó a
Tuxpan, por a’í nomás se quedó la laguna, por partes nomás hay charcos, ya no llegó al mar. Se
enojó mucho por eso ahí mejor se fue por otro lado para no llegar al mar y nomás se hizo laguna.
Se fue a un lado, pa’ Mexcaltitán, de ahí corrió pa’ todos lados.
Ellos jugaron una carrera, haber quien alcanzaba primero a garrar a la muchacha. Al mismo
tiempo salieron los tres, para alcanzar a la muchacha, la que es Hatuxame. El que la alcanzara
pues ya le iba a tocar. Has de cuenta si jugamos nosotros, “pues aquella muchacha me gusta”,
“pues a mi también”, “entonces vamos a ver quien llega primero”. Se pelearon por la muchacha, ya
vez, lo quería también ella.
Así pasó cuando Haik+ Yuwi y Haik+ Munieya ganaron. Ahí en la presa de Aguamilpa se
encontraron, se pegaron pues. Ahí donde se encontraron, o sea que se agarraron, se enredaron,
creo que dando vueltas todo así. Pos que por ahí se ve. El que no alcanzó fue Kuyaurika,
entonces se enojó, mejor le dio por Tuxpan. Pues ya había sabido que los otros ya le habían
ganado. Entonces el Kuyaurika mejor se apartó, “Para qué voy pa’ allá, si de todas maneras no me
toca nada”. Se fue derecho pa’ allá, se hizo sólo laguna, pero no llegó al mar. Así pasó.
A ese Hatuxame le dicen Kuka Tuxame [“Chaquira Blanca”], Haik+ Munieya se llama Kuka
Xureme [“Chaquira Roja”], Haik+ Yuwi es Kuka Yuawi [“Chaquira Azul”] y Kuyaurika es Kuka Yuwi
[“Chaquira Negra”], negro, porque quedó ya en lo oscuro. Eran gente pero ya quedaron así. Por
eso ahora que entregamos [ofrendamos] una jícara se ocupa chaquira, de todos color hay. Por eso
uno cuando va, o sea que gente de nosotros, tiene que llevar algo para poderlo convencer [a los
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ríos]. Tiene que llevar velas, jícaras, sangre, un dinero… pero primeramente tiene que llevar el
polvito de maíz que le dicen tumari, con eso ya se conforman. Entonces ya no te pasa nada,
puedes bañarte. Si lleva familia [se hace la ofrenda] pa’ que no se enfermen. Cuando íbamos a la
costa, más antes, cuando íbamos a trabajar a la costa siempre dejaba la ofrenda: velas, jícaras…
pa’ pagar ahí. Porque algunos no le hacen así y por a’i se mueren, se enferman o se ahogan.
(tomado de Medina, 2006)
Procesos y ciclos climáticos y biológicos: relatos o descripciones específicas de los
mismos.
Desconocemos informacion al respecto
Conocimiento de manejo ambiental y uso de recursos: relatos o descripciones específicas
sobre los mismos.
Desconocemos informacion al respecto
Calendarios: a) De actividades económicas: caza, pesca, agrícola, de recolección de frutos
y mieles. Apoyo astronómico y/o biorritmos, b) División del tiempo (días, semanas, meses,
años, épocas, etc.); c) Festividades (agrícolas, de fecundidad, de agradecimiento, de
solidaridad o lazo social, etc. en correspondencia con las épocas del calendario del
tiempo).
Existe el ciclo anual de ritos agrícolas, enfocados al cultivo y buen crecimiento del maíz (entre
otros cultivos, como la calabaza, fríjol y chile, etc.), se encuentra estrechamente vinculado con la
presencia de lluvias en la sierra, por lo que varias de sus ceremonias, están enfocados a la
propiciación de lluvias benéficas. En estas ceremonias el agua, en su representación de lluvias es
un elemento de culto, vinculado al desarrollo de la planta del maíz. El ciclo de ceremonias
agrícolas, comienza con la festividad de Hikuli Neixa, realizada a finales de junio, al regreso de la
peregrinación del peyote, la cual esta ligada a el arribo de la serpiente de agua del oriente, que
habita en el desierto de San Luís Potosí, posteriormente le continua de forma cercana, la
ceremonia de Namawita Neixa, relacionada con las primeras lluvias y la preparación de las
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actividades agrícolas y para finalizar la ceremonia de Tatei Neixa, regularmente celebrada esta
ultima a finales de octubre, en donde se han cosechado los primeros frutos tiernos, del maíz y las
calabazas. Sobre este ciclo ya se ha hablado con anterioridad, en apartados previos.
Etnobotánica: Principales plantas y cultivos utilizados en la alimentación, textiles, cestería,
alucinógenos, venenos, medicinales, etc. Señales para el pronóstico o predicción del
tiempo o del clima.
Las principales plantas y cultivos utilizados en la alimentación son como ya se señalo el maíz, el
fríjol y la calabaza, sin embargo se llegan a cultivar de forma menos intensiva otros cultivos, como
el amaranto, el chile y algunos frutales, como la zarzamora, la guayaba y el aguacate.
En el caso de la cestería, se utiliza un agave silvestre, conocido con bajo el nombre de “tsai”.
En cuanto a alucinógenos, podemos encontrar el uso ritual del peyote (jicuri) y en casos
excepcionales, Solandra brevicalyx (kieri).
Etnozoología: Principales animales utilizados en la alimentación, abrigo, transporte,
señales para el pronóstico o predicción del tiempo o del clima.
La dieta tradicional de los huicholes, esa compuesta principalmente de alimentos de origen
vegetal, sin embargo en ocasiones especiales, como es el caso de rituales o ceremonias, se llega
a consumir carne de venado, res y chivo.
Hasta principios del siglo pasado, el uso de lana era común para la confección de prendas de
vestir, pero esto ha caído totalmente en desuso, por lo que las prendas actuales para el abrigo,
son telas y cobertores de confección comercial, adquiridas en poblados y ciudades periféricas de
la sierra.
Siendo una región montañosa, caracterizada por abruptas serranías y profundas barrancas, el uso
de animales de carga, aun es muy extendido, principalmente burros y mulas (ganado equino).
Principales fuentes percibidas y utilizadas: agua atmosférica, superficial y subterránea.
El elemento agua, bajo estas tres categorías, atmosférica, superficial y subterránea, son
percibidas y utilizadas por este grupo indígena, en el caso de la oferta atmosférica, durante la
temporada húmeda, los huicholes preparan y cultivan sus tierras, aprovechando con ello las
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lluvias, por otra parte, la oferta de agua superficial es escasa la mayor parte del año, ya que al
interior de la sierra son por decir casi nulos los cuerpos permanentes de agua, y los ríos
únicamente llevan grandes avenidas de agua, en la temporada de lluvias, manteniéndose la mayor
parte del ano, prácticamente secos, con excepción, del lago artificial, producto de la construcción
de la presa Aguamilpa, que controla las avenidas del río grande o Santiago, en su confluencia con
el Jesús Maria. De esta manera, la oferta subterránea de agua, que aflora por todo el territorio, a
partir de manantiales, es de la cual se aprovechan tanto los animales, como los hombres, para
abastecerse de este liquido vital.
Conocimiento de riesgos: relatos y descripciones específicas sobre desastres naturales,
señales de los mismos y sistemas de alerta.
-Hace unos años nevó y se cayeron muchas casas.
-Huracán Rosa, 1994: crecida de los ríos y destrucción de las cosechas por exceso de lluvia.
Conocimientos de navegación, natación y buceo: relatos y descripciones específicas sobre
estas actividades.
Respecto a conocimientos sobre navegación y buceo, no contamos con ninguna informacion, sin
embargo sobre actividades de natación, existen algunas descripciones tempranas sobre esta
práctica, en los datos etnográficos recogidos por exploradores de la sierra, a principios del siglo
XX, como podemos observar en la siguiente cita, del noruego, Carl Lumholtz:
“Atravesamos el río Álica que nace en la laguna de Chapala, cerca de Guadalajara. Denominado
con diferentes nombres en diversos tramos de su curso, desagua en el mar con el de río de
Santiago. En el punto donde lo cruzamos, su corriente era bastante ancha y sólo debido á que mis
huicholes eran excelentes nadadores, pudieron todas mis mulas llegar salvas á la otra orilla”
(Lumholtz: 1945; 283 y 284).
Para abundar en el tema, es relevante señalar que durante los peregrinajes al mar, a las costas
del estado de Nayarit, en el Océano Pacifico, los huicholes suelen bañarse en este, tanto en
contextos rituales, como por esparcimiento, como personalmente se me ha comentado.
Para cruzar ríos se usan jumates, que son calabazas grandes que sirven para transportar la ropa y
otras cosas en sus interior, y al mismo como “salvavidas”, para sujetarse al nadar.
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Ilustraciones: Fotos, esquemas, bocetos, planos, banco de imágenes. Se las identifica y
recopilan en el Anexo de Ilustraciones.
PRÁCTICAS: (Principalmente satisfacen necesidades de subsistencia, protección,
entendimiento, participación, libertad)
Adecuación y distribución del agua: a) obras; b) artefactos; c) labores; d) prácticas.
Descripción de cada una de ellas.
Hasta hace por lo menos 15 años, el suministro de agua en los asentamientos huicholes, tanto en
rancherías como en centros ceremoniales (exceptuando nuevos asentamientos, no tradicionales,
poblados de traza urbana en las mesas de la sierra), se realizaba de forma directa, es decir, el
agua se colectaba directamente en las fuentes de abastecimiento, que regularmente eran los ríos,
en el fondo de los barrancos (oferta superficial) y los manantiales (oferta subterránea), dispersos
por toda la serranía, lo cual conllevaba un gran esfuerzo, ya que esta actividad conllevaba en
ocasiones el recorrido de considerables distancias y el acarreo de un limitado numero de litros,
esta actividad principalmente era realizado por las mujeres, quienes transportaban el liquido a sus
espaldas, en recipientes no mayores a 20 litros, ayudadas por los niños, quienes en garrafones de
menor capacidad, ayudaban de las tareas. La actividad antes descrita aun se encuentra vigente
en las partes mas inhóspitas de la sierra, sin embargo en muchas localidad, se ha implementado
la construcción de piletas o pozos de almacenamiento, de donde el agua es conducida por medio
de tuberías, haciendo uso del principio de gravedad y llevando el agua hasta al centro de las
localidades, de donde los niños y mujeres toman el agua directamente de la llave.
A parte de los tradicionales guajes, no existen artefactos especiales para almacenar o transportar
el agua, en la actualidad cualquier garrafón plástico es un buen contenedor para hacerlo, sin
embargo en el pasado, era utilizado el bule, para este fin.
Regularmente las actividades que involucran obras de considerable tamaño, como es la
construcción de infraestructura para el almacenamiento y distribución de agua, involucra el trabajo
comunitario.
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Usos del agua: a) con derivación: para bebida de las familias y de los animales, higiene
personal, irrigación de cultivos y zonas de pastoreo, saneamiento, otros; b) sin derivación: higiene personal, navegación, recreación, pesca, otros; c) captación “in situ”: bebida de las familias y animales domésticos en cuerpos de agua o captación de acuíferos y agua de lluvia para los usos indicados en a).
La captación del agua, es “in situ”, como ya se menciono este liquido es tomado principalmente de
manantiales que brotan en la superficie, de una oferta subterránea, que en ocasiones es canalizada a pilas de almacenamiento, a través de tuberías, sin embargo existe un importante
aprovisionamiento directo en época de lluvias, en donde el agua que circula por los ríos, es
aprovechada como una bebida, para lavar ropa y la higiene personal. En cuanto a bebidas
tradicionales que involucran al agua, se encuentra la elaboración de tesgüino, preparado con maíz
fermentado, y otra bebida de uso ritual, que es agua mezclada con polvo o harina, producto de la
molienda de peyote deshidratado (cactus alucinógeno).
Manejo de excretas y basurales: relatos y descripciones de prácticas y costumbres.
No existe aún una cultura del manejo de excretas y basurales. En la actualidad esto comienza a
ser un problema serio, principalmente por la entrada desde hace un par de décadas de productos
industriales o manufacturados, producidos a base de plásticos, metales y vidrio, por lo que
actualmente se ha comenzado a recolectar solo algunos de estos desechos, como es el caso de
latas e aluminio, para ser vendidas fuera de la sierra, a casas que compran estos materiales para
su venta a empresas de reciclaje, sin embargo la presencia de plásticos, conocidos como Pet,
abundan en el paisaje. En algunas localidades se han establecido puntos en donde se concentra
lo que podríamos definir como basura y esta es quemada.
En cuanto a excretas, no existe un manejo aun y prevalece la práctica de defecar a cielo abierto a
las afueras o inmediaciones de los asentamientos.
Métodos de potabilización el agua: a) floculantes; b) decantación; c) infusiones; d)
desinfección; e) almacenamiento; f) enfriamiento.
No existen métodos de potabilización del agua, únicamente se tiene un gran cuidado, en cuanto a
las fuentes de abastecimiento humano, las cuales son resguardadas de distintas formas,
30
protegiéndolas con barreras materiales de los animales, que pudieran llegar a beber en ellas o
defecar en sus cercanías y se procura que los lugares de donde se toma agua para beber, no
sean ensuciados o se laven prendas de vestir o utensilios de cocina, con detergentes.
Modificaciones de la calidad del agua: a) venenos para pesca; b) atracción de peces con
vegetales; e) otros.
Se desconoce informacion al respecto.
Descripción de los principales sistemas hídricos: Modos y medios que utilizan o modifican las
ofertas naturales de los subsistemas atmosférico, geomorfológico, edafológico o biológico para
obtener la satisfacción de una o varias necesidades fundamentales principalmente las de
subsistencia y protección (de las familias, plantas y animales).
Se desconoce informacion al respecto.
Sistema tecnológico y prácticas para adaptarse a las condiciones de la oferta natural de
agua: a) defensas y protección áreas de asentamiento, zonas de recolección, de caza, de
pesca, de cultivo, de pastoreo, otras; b) construcción de viviendas en agua: viviendas
palafíticas y flotantes; c) utilización de la zona de aireación con fines de descanso,
viviendas, entierros, depósitos de alimentos.
Regularmente se emplean barreras físicas para proteger diferentes asentamientos humanos,
como son los centros ceremoniales, las rancherías (unidades habitacionales), zonas de cultivo,
porciones de afluentes o ríos cercanos a asentamientos humanos y algunos manantiales, para
esto se utiliza un sistema constructivo tradicional, conocido en algunos lugares de la geografía
mexicana, como tecorral, que consiste en la edificación de muros, de diferentes alturas y grosores,
levantados a partir de la sobreposición de piedras, sin mezclas o argamasas que las unan. Estos
muros o bardas de piedras sobrepuestas, sirven de barrera física, contra animales como caballos,
burros y cerdos, evitando que accedan a zonas habitacionales, destruyan o coman los cultivos o
ensucien fuentes de aprovisionamiento de agua.
En cuanto a entierros, se tiene actualmente un área destinada para sepultar a los muertos, esta se
encuentra fuera de los límites de la comunidad y a una considerable distancia, en un paraje

cocidos, techos de láminas de cartón y acero, comienzan a ser una constante en los
asentamientos huicholes.
Por otra parte, es importante mencionar, que los pisos de las viviendas, son de tierra apisonada y
la gente duerme sobre estos, pero para mitigar el contacto o paso de la humedad, llegan a
utilizarse pieles de ganado, maderos, carrizos unidos, o plásticos, sobre los que se pernocta.
Control de humedad; en suelos, semillas, viviendas y alimentos. Deshidratación de
alimentos y otras formas de conservación.
El control de humedad en suelos de viviendas, suele mitigarse con materiales aislantes donde
poder recostarse, como antes ya se menciono, pues el uso de bases y colchones manufacturados
comercialmente es mínimo, en el caso de la vivienda, se han incorporado elementos constructivos
foráneos, que en muchas ocasiones no son los mas idóneos y no llegan ha resolver los
problemas, como es el desuso de la construcción de techos con caída de doble agua, dando paso
a techos planos, que por el contrario llegan a presentar encharcamientos y filtración de humedad,
en cuanto a la conservación de alimentos, se encuentra presente la técnica de deshidratación para
el caso de la carne (carne seca) y la construcción de carretones que también ya ha sido
mencionado.
Descripción de la organización para la gestión del recurso hídrico y los otros recursos que
dependen del agua: a) organización de la autoridad para el manejo del agua y los otros
recursos que dependen de ella; b) organización de las actividades; c) resolución de
conflictos; d) transmisión de experiencias y conocimientos; e) normas de distribución y
asignación de tareas, agua, tierras, áreas de recolección, cultivos, pastoreo, pesca y caza.
No tenemos mucha informacion al respecto, sin embargo las obras de carácter publico, que se
realizan en beneficio de la comunidad, involucran regularmente a las autoridades civiles de las
comunidades, principalmente a los gobernadores y comisarios indígenas, estos convocan y
organizan en asambleas comunales, las tareas a realizarse en pos del interes colectivo. Por lo que
respecta a la ejecución de las labores, estas se llevan a cabo a través de formas tradicionales de
organización social, mediante el trabajo comunitario, no remunerado, como es el caso de la mano
vuelta o la faena.
33
Agua y género: Se intentará identificar las actividades que sean específicamente atribuidas
a un género. Por ejemplo el riego puede ser masculino, pero la provisión del agua de bebida
ser exclusivamente responsabilidad de las mujeres. También existen prohibiciones o
tabúes que afectan a la mujer durante su período o cuando está embarazada en relación al
agua.
Ver mitología, dioses…
Ver iconografía: la jícara como representación del mundo también representa un órgano sexual
femenino
Además, parte de esta informacion, ha sido tratada en el apartado: de distribución y adecuación
del agua.
Sin duda alguna, ciertas actividades están vinculadas al rol de género, en este caso, el
aprovisionamiento de agua con fines alimenticios, es una tarea de carácter femenino, ya sea que
se realice por adultos o niños, esta es una tarea principalmente ejecutada por mujeres, así mismo
el lavado de enseres de cocina, el lavado de ropa y la preparación de alimentos y bebidas que
involucran la presencia de agua, son tareas encomendadas al genero femenino.
En consonancia a lo mencionado, no hay que olvidar, que las deidades femeninas, se encuentran
asociadas al agua y estas se encuentran materializadas en el mar, lagos y manantiales.
Principales sitios arqueológicos o de observación de los sistema y de la tecnología hídrica:
a) ubicación; b) extensión; c) accesos; d) organización social que representa en la
actualidad al grupo; e) contactos. Planos y esquemas representativos. Fotos e
ilustraciones.
Se desconoce informacion al respecto.
Ilustraciones: Fotos, esquemas, bocetos, planos, banco de imágenes. Se las identifica y
recopilan en el Anexo de Ilustraciones.
34
MECANISMOS DE EQUILIBRIO SOCIAL: (resolución de conflictos)
Del relevamiento realizado se hace una breve descripción de la organización (las formas
organizativas) y las normas (valores, pautas conductuales, reglas) que se han podido
identificar y que estén relacionadas con la resolución de conflictos o el sostenimiento de
relaciones de poder. Sintetiza los aspectos identificados en los aspectos de cosmovisión,
conocimiento que tienden al equilibrio y armonía del grupo. Se intenta identificar aquello
que le es propio, lo que es compartido con las culturas vecinas y lo que está ausente de las
culturas vecinas.
MECANISMOS DE REGULACIÓN DE OFERTAS Y DEMANDAS: (regulación de ofertas y
demandas)
Se identifican las principales tecnologías físicas y biológicas utilizadas para la regulación
de las ofertas y demandas. Se utiliza el macro concepto de tecnología (método, técnica,
sistema, organización y sus interrelaciones). Se resaltan aquellas que son propias del
grupo. Sintetiza los aspectos identificados en los aspectos de cosmovisión, conocimiento
que tienden a la regulación de las ofertas y demandas. Se intenta identificar aquello que le
es propio, lo que es compartido con las culturas vecinas y lo que está ausente de las
culturas vecinas.
MECANISMOS DE TRANSFORMACIÓN: (ACCIÓN Y REFLEXIÓN)
Se describen aquella modos y medios de experimentación, producción de conocimientos,
procesos de enseñanza – aprendizaje y aquellas actividades que inducen a una acción
transformadora. Sintetiza los aspectos identificados en los aspectos de cosmovisión,
conocimiento que tienden a la acción y reflexión del grupo.
(Por ejemplo: reunión y deliberación de adultos experimentados para tomar decisiones
respecto a actividades productivas, aprendizaje con los especialistas en construcción de
canoas, etc.). Se intenta identificar aquello que le es propio, lo que es compartido con las
culturas vecinas y lo que está ausente de las culturas vecinas.
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Respuesta a las tres preguntas:
Los huicholes cuentan con organizaciones comunitarias estables y complejas. La asamblea
comunal es el órgano político más importante y reúne cuatro veces al año. La asistencia es
obligatoria para los jefes de rancho, al igual que para los hombres y mujeres adultos solteros. La
asamblea cumple, entre otras, con las siguientes funciones: ratificar la distribución de los cargos,
nombrar comisiones, convocar faenas, discutir asuntos políticos y económicos, y resolver
conflictos de toda índole. La mayor parte de las acciones que involucran la realización de una obra
nueva, que afectara o modificara aspectos de la vida del grupo, son analizadas y determinadas a
través de asambleas comunitarias, que llegan a aglutinar considerables multitudes, guiadas por las
autoridades civiles de las comunidades.
TIPOLOGIA DE CULTURAS DE AGUA: Se llenará luego de contar con un número suficiente
de casos que permitan tener una primera clasificación.
No contamos con informacion.
ESTRATEGIAS DE VIDA:
Se intenta identificar los ejes principales de la estrategia del grupo para convivir con las
constricciones del medio natural: sedentarismo, migraciones, nomadismo, rotaciones de
actividades y de zonas, etc.
El patrón de vida tradicional de los huicholes muestra una adaptación exitosa al entorno
geográfico, ya que estos viven bajo un patrón de asentamiento disperso, en rancherías. La vida en
las rancherías evita concentraciones mayores de población que podrían llevar a un agotamiento
de los frágiles suelos serranos o del agua. Muchas familias cuentan, además, con varios ranchos
ubicados a diferentes altitudes, lo cual permite el aprovechamiento simultaneo de diversos pisos
ecológicos.
Otros: Se incluirán aquella información importante que no pueda ser incluida en ninguno de
los puntos anteriormente señalados.
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Bibliografía etnohidráulica: Principales documentos sobre el grupo étnico o la cultura que
posean descripciones detalladas de la cultura hídrica. Se enumeran y recopilan en el anexo
respectivo.
No conocemos obras que hablen específicamente sobre cultura hídrica y huicholes.
INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA
DESCRIPCIÓN DEL PUEBLO, GRUPO ÉTNICO O DE LA CULTURA:
Familia lingüística:
El idioma que hablan los wixaritari pertenece a la rama conocida como cora-huichol, dentro de la
familia de las lenguas yuto-nahuas (inglés: uto-aztec).
Nombre propio:
Wixarika: desconocemos el significado de la palabra wixarika, pero sabemos que “huichol” es una
versión castellanizada de este término.
Nombre atribuido: En muchos casos los grupos étnicos son conocidos con una
denominación que es distinta de la propia. (Por ejemplo: Matacos y la denominación propia es Wichí)
La provincia geográfico-cultural que se conoce desde la Colonia como el Gran Nayar es una región que se ha constituido a través de procesos culturales compartidos. Aún no es posible
determinar con exactitud desde cuando existe El Nayar como tal; mínimamente, se remonta hasta
finales del siglo XVI, época en la cual los territorios circunvecinos (la costa, el Altiplano de Jalisco y
Nayarit y la meseta central) eran ya controlados por la Corona Española.
Por otra parte, a nivel supra-regional, normalmente se maneja la región o provincia etnográfica
Sierra Madre Occidental/Noroeste de México (incluye el Sur de Arizona).
Asimismo, puede argumentarse que los huicholes formen parte de Mesoamérica y/o del “Greater
Southwest”
Etnohistoria: Se hace una breve descripción de la historia de los contactos y sus
consecuencias. Es una lectura antropológica de las fuentes históricas que registran los
contactos del Pueblo o Etnía con la llegada de la Conquista.
Durante los últimos siglos, los huicholes han logrado una reproducción exitosa de su cultura
ancestral. Abiertos a la interacción con el exterior, han sido sumamente celosos en la
conservación de sus tierras y tradiciones.
De la historia prehispánica de los huicholes se sabe muy poco, pero a partir de algunas fuentes del
siglo XVI puede suponerse que en la época de la Conquista española, el territorio huichol era
considerablemente mayor. Desde finales del siglo XVI hasta principios del XVIII, los huicholes
ocuparon una posición limítrofe entre la Frontera de San Luís de Colotlán, territorio militarizado y
directamente administrado por el gobierno virreinal, y el Reino del Nayar, pequeño enclave
indígena aún independiente, gobernado por un linaje cora de tonatis (“soles”) desde su capital en
la Mesa del Nayar. Entre los huicholes occidentales de Tateikie (San Andrés Cohamiata) y
Xatsitsarie (Guadalupe Ocotán), la influencia cora fue más fuerte, y hasta la fecha se observa una
proximidad cultural más acentuada con dicho grupo.
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En la mayor parte del territorio huichol, las actividades evangelizadoras comenzaron sólo después
de la caída de la Mesa del Nayar, en 1722. Los franciscanos encargados de esta labor, sin
embargo, no tuvieron la capacidad de mantener una presencia constante en la sierra. A finales del
siglo XVIII, los pueblos huicholes recibieron títulos, que hasta la fecha son el fundamento legal de
la propiedad comunal de la tierra y definen los límites de cada comunidad.
Alrededor de 1850, las labores de evangelización culminaron con la construcción de templos
católicos y la destrucción de los principales callihueyes o centros ceremoniales tukipa.
Inmediatamente después del “triunfo” de los misioneros estalló la gran rebelión lidereada por el
mestizo agrarista Manuel Lozada, denominada Guerra de Castas de Occidente, en la que los
huicholes, al lado de coras, tepehuanes y mestizos, participaron activamente. Durante los 17 años
de independencia bajo el gobierno del Tigre de Álica (1856-1873), se reconstruyeron los centros
ceremoniales de tradición prehispánica y se consolidó un complejo ritual que incorpora ciertos
elementos del catolicismo popular (como la celebración del Carnaval y de la Semana Santa) en
una matriz cultural aborigen.
El Porfiriato fue una época difícil para los huicholes porque las compañías deslindadoras acosaron
los territorios indígenas de la sierra con el propósito de expropiar las supuestas tierras baldías y
venderlas a los grandes latifundistas, entonces en plena expansión. Efectivamente, las
comunidades del extremo nororiental (Tenzompa y La Soledad) fueron despojadas de sus tierras,
y muy pronto perdieron su identidad indígena. Durante estos mismos años comenzó la exploración
antropológica de la Sierra Huichola. Entre los investigadores más famosos que visitaron y
convivieron con los huicholes figuran el francés Léon Diguet, el noruego Carl Lumholtz, el checo
Ales Hrdlicka y el alemán Konrad Theodor Preuss.
La Revolución Mexicana posibilitó la defensa de las tierras comunales; en cambio durante la
Cristiada (1926-1929 y 1935-1940), experiencia traumática para todos los involucrados, las comunidades se aliaron con distintos bandos y pelearon entre sí. Debido a la violencia, muchas familias huicholas de Jalisco emigraron hacia tierras nayaritas y duranguenses, en donde fundaron
nuevas comunidades y, más tarde, ejidos. Hoy en día, más de la mitad de los huicholes viven en estos poblados, entre los que se cuentan El Colorado de la Mora, Sitacua, el ejido Salvador
Allende, Roseta y Zoquipan, en Nayarit y Bancos de Calítique y el Potrero en Durango.
En las últimas décadas del siglo XX, los huicholes experimentaron un auge constante de modernización: primero se construyeron pistas aéreas, y más tarde, carreteras, escuelas con albergues, centros INI, bodegas CONASUPO y algunas clínicas o centros de salud. Nuevos poblados crecieron entonces alrededor de estos “focos de desarrollo”, al tiempo que aumentó la
migración a Estados Unidos y a diversas ciudades de la República Mexicana, donde, en algunos
casos, se establecieron pequeñas comunidades permanentes.
Para articular las políticas comunitarias con las diferentes instancias del gobierno y con las
organizaciones no gubernamentales, y así llevar a cabo proyectos productivos y culturales de toda
índole, se fundó la Unión de la Comunidades Indígenas Huicholas de Jalisco (UCIH-Jal.). En su
lucha contra las invasiones por parte de los madereros y ganaderos mestizos, las comunidades
huicholas lograron varios fallos favorables en las cortes, aunque su ejecución no siempre se ha
verificado. Asimismo, se concretaron avances importantes en la protección de lugares sagrados,
como Wirikuta (el paisaje desértico cercano a Real de Catorce, San Luís Potosí), Hauxamanaka
(el Cerro Gordo, Durango), Haramara (un santuario ubicado en la playa de San Blas, Nayarit) o
Xapawiyeme (la Isla de los Alacranes en el Lago de Chapala, Jalisco), que se ubican lejos de los
territorios comunales en la sierra y frecuentemente sufren actos de vandalismo o saqueo a manos
de los no-indígenas.
Áreas ocupadas por el grupo étnico o cultura: según grandes ecosistemas, grandes
unidades ecológicas o regiones y provincias biogeográficas.
Weigand (1972; 1992) habla de cinco pisos ecológicos que pueden diferenciarse en la sierra
huichola. Tal vez, sería más conveniente hablar solo de tres, con el intermedio dividido en dos
sub-pisos.
[1.] Los fondos y las partes más bajas de los cañones y barrancas (600-1000m.s.n.m.) tienen un
clima tropical. Entre los huicholes tuapuritari, se trata de la única zona que no está habitada: el
calor es sofocante y abundan los barrilillos y zancudos, sin embargo existen numerosos recursos
importantes que le dan un cierto atractivo a este piso ecológico. La pesca en los ríos es una
actividad importante, aunque en la zona de Tuapurie raras veces se convierte en una fuente
principal de la alimentación. La captura del cauque (langosta de río) es una actividad estacional
bastante popular. Las partes bajas de las barrancas, debido a su frondosa vegetación, también
son fuente de numerosos recursos de recolección (destacan los tubérculos comestibles y toda
clase de plantas medicinales) y de cacería (por ejemplo, el jabalí). Además, se trata de una zona
donde existen manantiales calientes curativos y numerosos lugares de culto. En la mayoría de los
40
casos, estos últimos se relacionan con diferentes episodios del mito de Takutsi Nakawe, la vieja
diosa de la fertilidad. Como bien dice Weigand, la barranca profunda es "un lugar de asombro,
respeto y miedo" (1992: 40).
[2.] La parte habitada de la "barranca" (1000-2000 m.s.n.m.) es el piso intermedio. Se trata de una
zona que es calurosa en las secas, pero templada durante las lluvias y los meses del invierno. La
zona puede sub-dividirse en, al menos, dos niveles, aunque ahí no es posible establecer criterios
exactos. Una gran ventaja respecto a regiones más elevadas es que aquí no hay heladas. Algunos
coamiles de la barranca son extremadamente escarpados, pero también hay unos cuantos
terrenos relativamente "parejos".
[a)] La parte más baja de la porción habitada de la barranca, generalmente, es bastante árida, ya
que el escarpado terreno no retiene bien el agua de las lluvias. Así que no hay bosques que
cubran las cuestas, solamente arbustos. Debido al calor, el maíz madura pronto, pero aquí las
sequías siempre son un peligro latente. Otra ventaja de la parte baja de la barranca es que
pueden cultivarse plantas que necesitan más calor (chile, tabaco, algodón, caña de azúcar).
[b)] La parte alta de la barranca ya se asemeja a las mesetas, donde no suele faltar la humedad,
pero a diferencia de este último piso ecológico, los árboles que predominan aquí son los encinos y
robles, y no los pinos. Sobre todo las zonas que son ricas en manantiales tienen una población
relativamente densa. Estas zonas son las que tienen el clima más agradable y, además conllevan
la gran ventaja de que nunca falta leña.
Otro recurso importante de la barranca es el zacate que se quema periódicamente para estimular
su crecimiento. En el pasado reciente, la barranca era la zona donde habitaba la mayor parte de la
población, suponemos que principalmente por razones de defensa. En tiempos de conflictos, las
mesetas son mucho más accesibles para enemigos foráneos. Por eso todos los centros
ceremoniales de Tuapurie se ubican en la zona de la barranca. Keuruwit+a se ubica a
1950m.s.n.m., es decir, en la parte alta de la barranca, la cabecera Santa Catarina a 1480 y
Pochotita a 1250, ambos ya en la parte baja. También las grandes rancherías de Taimarita,
Tekatsata (El Pedernal) y Santa Cruz se ubican en la parte baja de la barranca.
[3.] Hoy en día, la barranca constantemente pierde población, ya que mucha gente prefiere
mudarse a la zona de las mesetas elevadas y planas conocidas como "la sierra" (2000-
2300m.s.n.m.). Con la llegada de las carreteras y de las camionetas, surgieron una serie de
asentamientos nuevos que atraen un creciente número de pobladores. En el caso de la
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comunidad de Tuapurie, estos nuevos puntos de concentración demográfica son Nueva Colonia y
Pueblo Nuevo. Se trata de poblados con un acelerado crecimiento demográfico, construidos
exactamente donde terminan las carreteras, que sirven como puntos obligados de paso para todo
el tráfico motorizado, la mayor parte del comercio y algunas instituciones estatales. No todo "lo
mestizo" que llega a estas "compuertas culturales" se difunde a las demás partes de la
comunidad. Las rancherías ubicadas en las barrancas, ciertamente, ofrecen un aspecto físico más
"tradicional".
La gran desventaja de este piso ecológico es el frío que, durante los meses de invierno, puede
manifestarse en forma de heladas nocturnas. Las ventajas son el terreno plano que sirve para usar
maquinaria agrícola como el arado y el tractor, las buenas pasturas para el ganado mayor, el agua
que, generalmente, abunda, los pinos como recursos forestales y la accesibilidad por carretera.
Así es que la mayoría de las tiendas, escuelas y estaciones de salud se ubican en esta zona, por
no hablar de las pistas de aterrizaje que pueden construirse con facilidad en estos terrenos planos.
Las variantes tradicionales (o ceremoniales) de maíz no pueden cultivarse en "la sierra", ya que no
se adaptan al frío, pero se han introducido semillas que sí aguantan el clima de este piso
ecológico. Una gran desventaja de la sierra es la falta de leña, ya que predomina el pino, cuya
madera, al quemarse produce mucho humo, pero malas brasas. Contar con un rancho en la sierra
es importante cuando uno quiere dedicarse a actividades como el comercio o la política, ya que las
carreteras son las principales vías de comunicación con el mundo mestizo.
Tiempo de ocupación del territorio:
Desconocido. No se han realizado estudios arqueológicos (únicamente en cañones aledaños,
como el de Bolaños, pero los sitios no corresponden a los huicholes).
Lo que se sabe que los huicholes ya se encontraban habitando sus territorios actuales en el siglo
XVI, cuando aparecen en diferentes fuentes coloniales.
El Mapa del Obispado de Compostela o Pintura del Nuevo Reino de Galicia (Castro, 1996: 62),
fechado como anterior al periodo entre 1542 y 1546 (Weigand y García, 1996: 57), señala dos
asentamientos grandes de indios en el Gran Nayar: Cora (probablemente La Mesa del Nayar) y
Guaynamota. Al norte del Río Santiago y al oriente de Cora, se dibujan vagamente los territorios
de los xuructequanes o xuructequales, así como de los tequales. Más al norte se ubican los
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tepeguanes y tenamaztle. Los xuructecuales o xuructequanes probablemente son hablantes del
idioma wixarika.
Formas de asentamiento:
El patrón de vida tradicional de los huicholes muestra una adaptación exitosa al paisaje abrupto de la sierra. La vida en las rancherías dispersas evita concentraciones mayores de población, que
podrían llevar a un agotamiento de los frágiles suelos serranos o del agua. Muchas familias cuentan, además, con varios ranchos ubicados a diferentes altitudes, lo cual permite el aprovechamiento simultáneo de diversos pisos ecológicos.
El rancho huichol consiste en una serie de casas agrupadas libremente alrededor de un patio, una
de las cuales puede ser un adoratorio. Las construcciones tradicionales son de piedra y lodo o
adobe, y los techos de zacate, pero hoy en día, cada vez más, se construyen casas con muros de tabique o de “material” y con techos de lámina, sobre todo cuando se trata de viviendas que se
ubican cerca de una carretera. Los coamiles y corrales a veces se ubican en torno al rancho pero
igualmente pueden ubicarse a una distancia de varias horas a pie. El maíz se guarda en carretones elevados fabricados de carrizo.
A pesar del patrón de asentamiento disperso, los huicholes cuentan con organizaciones
comunitarias estables y complejas. El órgano político más importante es la asamblea comunal, que se reúne al menos cuatro veces al año. La asistencia es obligatoria para los jefes de rancho,
al igual que para los hombres y mujeres adultos solteros. La asamblea cumple, entre otras, con las
siguientes funciones: ratificar la distribución de los cargos, nombrar comisiones, convocar faenas,
discutir asuntos políticos y económicos, y resolver conflictos de toda índole.
El sistema de cargos es presidido por el consejo de ancianos (los kawiterutsixi). Estos cargos,
vitalicios, son reservados a las personas más destacadas entre los adultos mayores; generalmente
se trata de chamanes (mara’akate: “los que saben soñar”), quienes han ocupado varios de los
cargos importantes; conocedores de la historia mitológica, ellos consultan a los antepasados y
ancestros deificados durante sus experiencias oníricas.
43
En las cabeceras de las comunidades (Tuapurie o Santa Catarina Cuexcomatitán, Waut+a o San
Sebastián Teponahuastán, Tutsipa o Tuxpan de Bolaños, Tateikie o San Andrés Cohamiata,
Xatsitsarie o Guadalupe Ocotán) se encuentran edificios públicos denominados Casa Real, que
son la sede de una jerarquía cívico-religiosa encabezada por el tatuwani o “gobernador
tradicional”. Los miembros de este gobierno tradicional –gobernador primero y segundo, juez,
alguacil, capitán, comisarios y topiles- portan varas de mando elaboradas con madera roja de palo
brasil, objetos cuyo poder emana del padre Sol (Tayau). Por esta razón, a los miembros de esta
jerarquía se les conoce como its+kate “portadores de varas”. En las reuniones en la Casa Real, el
gobierno tradicional se sienta a uno de los lados de la larga mesa de madera; el otro lado lo
ocupan los comuneros que exponen sus problemas frente a las autoridades. Además de atender
asuntos comunitarios, las autoridades tradicionales cumplen funciones religiosas, como ayunar. La
Casa Real cuenta con un cuarto conocido como “cepo”, que sirve como cárcel. Todos los cargos
de los its+kate cambian anualmente, durante las celebraciones de Año Nuevo o Cambio de Varas.
El gobierno tradicional colabora estrechamente con el grupo de las autoridades agrarias,
encabezado por el presidente de Bienes Comunales, que se encarga principalmente de los
asuntos relacionados con las tierras comunales.
El teyupani o “capilla” es la sede de los mayordomos y tenanches, que se ocupan del culto a las
imágenes y santos derivados de la religión católica y de la tradición popular mestiza: Tanana (la
Virgen de Guadalupe), Xaturi (Cristo), Hapaxuki (Santo Domingo) y Teiwari Yuawi (el pequeño
Cristo, identificado con el Mestizo Azul Oscuro o Charro Negro, es decir, el sol nocturno).
El tukipa o callihuey es un centro ceremonial de tradición prehispánica dedicado al culto a los
antepasados deificados de la comunidad. La arquitectura sigue el modelo del rancho huichol:
varios edificios se agrupan alrededor de una plaza circular de danza.
El templo principal, el tuki, se ubica al poniente del patio. Se trata de una estructura circular u
ovalada, semi-hundida, con un alto techo de zacate sostenido por dos postes de pino,
representación de los “árboles cósmicos” (haurite), que sostienen el cielo. El tamaño del tuki varía
en cada centro ceremonial, pero en promedio, tanto su diámetro como la altura del techo es de 10
metros. Los demás templos o xirikite son pequeños adoratorios rectangulares cuyo techo es de
dos aguas. En algunos centros ceremoniales los xirikite están construidos sobre basamentos de
piedra escalonados de hasta 2 metros de altura, que representan las escaleras utilizadas por el sol
para subir al cielo.
44
Cada templo está dedicado a un determinado dios huichol, y representa el lugar de culto en el
paisaje que se considera su morada. Generalmente, la orientación del templo apunta hacia la
dirección donde se ubica el lugar sagrado en cuestión. El xukuri’+kame o “jicarero” es el
encargado de una de las varias jícaras sagradas que se guardan en los diferentes templos del
centro ceremonial. Cada uno de estos objetos representa a uno de los ancestros deificados. El
jicarero adopta el nombre de la jícara y deidad en cuestión como propio durante los cinco años
que dura su cargo y habita en el templo correspondiente. De esta forma el carguero se convierte
en el antepasado que le toca personificar.
Entre los dioses que viven en el tukipa figuran Tatewarí, “Nuestro Abuelo”: el dios del fuego;
Tatusti Maxakwaxi, “Nuestro Bisabuelo Cola de Venado”; Tayau, “Nuestro Padre”: el dios del sol;
Tamatsi Parietsika, “Nuestro Hermano Mayor, el que Camina en el Amanecer”: el dios venadopeyote;
Xurawe Temai, “el Joven Estrella”: el lucero del alba; Tamatsi Eaka Teiwari, “Nuestro
Hermano Mayor, el vecino viento”; Tatei Wierika Wimari, “Nuestra Madre, el Águila Joven”: la diosa
del cielo diurno; Tatei Nia’ariwame: la diosa madre de la lluvia oriental; Tatei Kiewimuka: la diosa
madre de la lluvia occidental, también madre del venado; Tatei Xapawiyeme, “Nuestra Madre, la
Higuera de la Lluvia”: la diosa madre de la lluvia del sur, que habita en Lago de Chapala; Tatei
Haramara, “Nuestra Madre, el Mar”, y Takutsi, “Nuestra Abuela”: la vieja diosa de la fertilidad, del
crecimiento y del cielo nocturno.
En la estructura arquitectónica del tukipa se expresan los conceptos huicholes del espacio y del
tiempo: el interior del tuki corresponde al oscuro lugar de origen que se ubica “abajo, en el
Poniente”, el inframundo y el mar. La plaza donde se danza corresponde al desierto de Wirikuta, y
el adoratorio de Tamatsi Parietsika, ubicado en el oriente, representa el Cerro del Amanecer,
también conocido como Cerro Quemado, situado en el extremo oriental del desierto de Wirikuta.
Los tukipa están relacionados con las subdivisiones territoriales de las comunidades. En toda la
zona huichola existen alrededor de 20 centros ceremoniales y en cada uno de ellos varía la
composición jerárquica de los jicareros. Los centros ceremoniales cuya arquitectura es más
compleja se localizan en las comunidades de Waut+a y Tuapurie, y las construcciones más
sencillas las encontramos entre los huicholes occidentales.
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Migraciones: En los casos que se registran migraciones se indicará los lugares de
procedencia y tiempos de las mismas. (No se considera en esta categoría el nomadismo o
trashumancia que se realiza en un territorio que es considerado como propio).
La migración con fines laborales reviste un carácter estacional. Esta puede ser considerada
histórica, ya que existe informacion etnográfica de este fenómeno, por lo menos desde finales del
siglo XIX. Durante mucho tiempo el destino privilegiado fueron los ejidos tabacaleros de la costa
nayarita, en donde los huicholes trabajaban como jornaleros agrícolas, sujetos a pagos
miserables, explotación y expuestos a la contaminación de pesticidas tóxicos, usados en estas
plantaciones. Últimamente, esta actividad ha perdido importancia, ya que los salarios son
demasiado miserables y los indígenas serranos son sustituidos por migrantes centroamericanos.
Por otra parte y desde hace ya varias décadas, varias familias huicholas se han asentado en
metrópolis mexicanas como la ciudad de México y Guadalajara, y otros puntos estratégicos para el
turismo, en donde la principal actividad desempeñada es la venta de sus artesanías, lo cual en la
actualidad ha conllevado a una fuerte migración estacional, bajo este perfil.
Sistema de culto: 5 Se hace una breve descripción y clasificación. (Por ejemplo:
Chamanismo, Totemismo: jaguar, serpiente; Totemismo, chaman, alucinógenos; Cultos:
agrario, guerrero, hídrico, funerario, etc.; Religión, sacerdocio, totemismo: felínico, condor,
llama, cultos: agrario, fecundidad, funerario, cabeza trofeo, alucinógenos)
Podría decirse que los huicholes tienen un sistema de culto sui generis -- chamanismo con uso de
alucinógenos combinado con sacerdocios; ambos enfocados en el culto agrario.
Sistema económico: Se describe sintéticamente y clasifican las principales actividades
económicas del grupo. (Por ejemplo: agricultura con riego, pesca, comercio, caza, sistema
tributario, etc.)
Hoy en día, las principales actividades económicas son el cultivo del coamil, es decir, la milpa
trabajada con bastón plantador o coa, la ganadería, el trabajo asalariado durante temporadas de
migración estacional y la venta de artesanías.
5 Los conceptos de sistema de culto, político y económico ha sido tomado de “Civilización Amerindia: Tipología
historico plástica”, de C.Sondereguer y C. Punta; Ed. Corregidor, 1998, Buenos Aires.
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El cultivo del coamil es una actividad de subsistencia, pues su producto no se destina al comercio.
Se conocen cinco variantes de maíz sagrado, que corresponden a los cinco rumbos del cosmos:
yuawime – “azul”: sur; tusame – “blanco”: norte; ta+lawime – “morado”: poniente; taxawime –
“amarillo”: oriente; tsayule – “multicolor” o “pinto”: centro. El método tradicional de cultivo es la
roza, tumba y quema. Maíz, calabaza y fríjol crecen juntos en el coamil. Los frijoles se enredan en
las cañas de las plantas de maíz y aportan al suelo el nitrógeno necesario. En las orillas del coamil
se siembran flores de cempoalsúchitl, un plaguicida natural, y amaranto. Sólo en las partes más planas del territorio huichol se emplea el arado.
El ganado vacuno corre libremente por toda la sierra, aunque durante la temporada de cultivo se le mantiene alejado de los coamiles. Por lo general, los corrales se construyen no para encerrar a los animales, sino para proteger las siembras.
El sacrificio de reses, borregos y chivos se practica únicamente en contextos rituales. (La primera sangre que brota de la yugular del animal es el alimento que se ofrenda a las deidades.) La cría de
gallinas y guajolotes también es importante. Estas aves, ocasionalmente, también se sacrifican
durante las ceremonias religiosas. La porcicultura, en cambio, es una actividad que carece de un
significado religioso.
La cacería ha perdido importancia para la subsistencia, pero sigue siendo una actividad central
dentro del sistema ritual, especialmente la caza de venado de cola blanca [Odocoileus virginianus].
Otros animales que se cazan con una cierta regularidad son ardillas [únicamente las de la especie
Sciurus colliaei], iguanas, pecaríes y jabalíes. Los principales recursos de pesca son los bagres y
cauques. Los huicholes recolectan asimismo hongos, raíces, frutos e insectos, entre otros, — cuyo
conocimiento es crucial durante las temporadas de crisis.
La migración laboral estacional tiene como destino principal los ejidos tabacaleros de la Costa de
Nayarit, donde los jornaleros serranos no sólo no reciben un salario digno sino que a menudo se
exponen a la contaminación de agroquímicos altamente tóxicos.
La artesanía se convirtió en una actividad económica importante a partir del movimiento
contracultural de los años sesenta, que despertó el interés masivo en el arte huichol y su estética
inspirada en experiencias “psicodélicas”. La visita a los diferentes centros urbanos y turísticos
donde se vende la artesanía, suele combinarse con recorridos por diversos lugares sagrados. Por
otra parte, como consecuencia de la celebridad internacional que han ganado los huicholes, en
algunas comunidades de la sierra se observa un incipiente “etnoturismo”. Éste, sin embargo, no
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suele contar con el beneplácito de los gobiernos tradicionales, quienes no permiten la toma de fotografías ni las grabaciones de audio o video.